LECTURA
DIARIA:
Oseas
capítulo 4
En
este capítulo, Dios acusa de desobediencia a Israel.
Los líderes religiosos no
habían hecho que el pueblo regresara a Dios, y el ritual de la prostitución
había reemplazado a la verdadera adoración. La nación estaba declinando
espiritual y moralmente, y quebrantaba las leyes que Dios les había dado. El
pueblo encontraba muy fácil condenar a la esposa de Oseas, pero les costaba
trabajo ver que ellos eran infieles a Dios.
Dios
explica los motivos del sufrimiento de Israel. El quebrantamiento de la Ley
había traído consigo los dos castigos de incremento de violencia y de crisis
ecológica.
Los
mandamientos que regulan las relaciones con el prójimo son violados
constantemente.
El
versículo 2 puede hacer alusión a los asesinatos de los reyes durante la vida
de Oseas. Salum mató a Zacarías (el rey, no el profeta) y se apoderó del trono.
Luego Manahem mató a Salum y destruyó una ciudad entera debido a que no
quisieron aceptarlo como rey. Dios señaló que incluso el asesinato estaba
siendo tomado a la ligera en Israel.
Oseas
presentó sus cargos contra los líderes religiosos.
Esta
sección está dedicada a los pecados particulares de los sacerdotes.
Dios
acusó a los líderes religiosos de no dejar que el pueblo lo conociera. Se esperaba
que fueran líderes espirituales, pero se volvieron líderes de las malas
acciones. El pueblo pudo haber dicho: «No debe ser malo si los sacerdotes lo
hacen».
Los
sacerdotes se regocijaban con los pecados del pueblo. Cada vez que alguien
llevaba una ofrenda por el pecado, los sacerdotes recibían una porción.
Mientras más pecara el pueblo, más recibían los sacerdotes. Ya que no se lo
podían comer todo, vendían alguna parte y otra la daban a sus parientes. Los
sacerdotes sacaban provecho de que el pueblo continuara pecando; les daba poder
y posición en la comunidad. Así que en vez de tratar de sacar al pueblo de su
pecado, lo alentaban para mejorar sus ganancias.
Los
principales dioses cananeos, Baal y Astoret, representaban el poder de la
fertilidad y la reproducción sexual. No es de sorprenderse que en su adoración
incluyeran prácticas sexuales viles. Los adoradores varones tenían relaciones
sexuales con las prostitutas del templo, o sacerdotisas, y las mujeres que
querían tener hijos tenían relaciones sexuales con los sacerdotes. Pero Dios
les dijo que sus esfuerzos por aumentar la fertilidad eran en vano.
Su
idolatría los condujo a prácticas absurdas, infectó su espíritu, y llevó a sus
familias a seguirlos por la senda del pecado.
La
ruina es el destino seguro que aguarda a quienes rechazan la relación con Dios.
Dios
envió una advertencia a Judá para que sus sacerdotes no se volvieran como los
de Israel. Los sacerdotes de Israel que permanecieron en el norte se habían
olvidado de su herencia espiritual y se habían vendido a Baal. Entre otras
cosas promovían la idolatría y la prostitución ritual. Israel no escaparía al
castigo, pero Judá podía escapar si no seguía el ejemplo de Israel.
.A
Israel se le llama Efraín porque Efraían era la más poderosa de las diez tribus
del norte. Al reino del sur se le llamaba Judá, que era también la tribu más
poderosa.
En
los versículos 16 al 19 Oseas muestra la culpa a la totalidad de Israel, sin
pensar en distintos grupos. Por eso, el versículo 17 declara que la nación ahora
sufrirá la soledad.
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