domingo, 21 de octubre de 2018

Un momento... TESOROS ESCONDIDOS



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
TESOROS ESCONDIDOS

La Biblia compara el Reino de DIOS con una perla valiosa.
“También el Reino de los Cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró” (Mateo 13.45, 46)
La perla preciosa representa riquezas espirituales y vida eterna. Los seres humanos siguen aprendiendo la dura lección de que ninguna cantidad de riqueza material trae felicidad duradera. Lo vemos en las lecciones que aprendió el rey Salomón. El Rey lo tenía todo, pero en el libro del Eclesiastés repite este tema: “Vanidad de vanidades; todo es vanidad” (Eclesiastés 1.2). Salomón era el individuo más rico de la Tierra, pero su riqueza no le trajo felicidad. ¿Cuál fue su conclusión después de buscarla de muchas maneras? “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre” (Eclesiastés  12.13)
Tal como Jesucristo enseñó y como Salomón aprendió, las riquezas verdaderas están al alcance de los que son pobres económicamente.
El apóstol Santiago nos recuerda: “Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del Reino que ha prometido a los que le aman?” (Santiago 2.5)
DIOS ha prometido su Reino, no a quienes poseen grandes recursos financieros, sino a los que le aman. Aunque sean pobres a los ojos del mundo, quienes tengan la riqueza de la fe, poseen la verdadera riqueza, el verdadero tesoro. Buscan el camino de Dios en su vida, y el camino de Dios es un tesoro, como leemos en el libro de Proverbios. “Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinares tu corazón a la prudencia, si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz; Si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor del Eterno, y hallarás el conocimiento de Dios. Porque el Eterno da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia” (Proverbios 2.1 – 6)
 Quienes reciben el tesoro de la sabiduría de DIOS están aceptando unas promesas extraordinarias que pueden cambiarles la vida por toda la eternidad.
En medio de una sociedad tan convulsionada por los altibajos económicos, financieros y de todo tipo, si deseamos paz mental, encontramos una hermosa promesa: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4.6,7)
Salomón descubrió que todas las riquezas y tesoros del mundo no pueden comprar la paz mental.
Pero DIOS sí puede darnos su paz, “que sobrepasa todo entendimiento”. Leyendo la Biblia, encontraremos innumerables promesas que DIOS nos ha dado. De rodillas y en oración, digámosle cuánto deseamos, cuánto necesitamos, lo que Él ha prometido. Oremos sin timidez.
Recordemos el pasaje que dice: “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4.16)
Los cristianos podemos orar con confianza, sabiendo que tenemos un Sumo Sacerdote que intercede por nosotros. DIOS es amor y Él es el gran dador (Santiago 1.17). Su deseo es darnos incluso la Tierra por herencia (Mateo 5.5). Finalmente, DIOS se propone darnos algo aún mejor: “El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo” (Apocalipsis 21.7) 
Dios les bendiga abundantemente.

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