LECTURA
DIARIA:
Oseas
capítulo 11
Dios
siempre amó a Israel como un padre ama a su hijo obstinado y por eso no lo
libraría de las consecuencias de su conducta.
Los israelitas eran pecadores y
se castigarían como un hijo descarriado que sus padres llevaban ante los
ancianos. A lo largo de la triste historia de Israel, Dios ofreció en repetidas
ocasiones restaurarlo si se volvían a Él
Dios
siempre había suplido las necesidades de su pueblo, pero no querían
reconocerlo, y no mostraban ningún interés en darle las gracias.
La
sentencia se pronuncia en los versículos 5 al 7, volverá a la tierra de Egipto,
y el asirio será su rey; porque no quisieron volver a mí.
Hay
un cambio con los versículos 8 y 9. No obstante, sigue el juicio familiar. El
cambio es solo que el padre no tiene el propósito de procurar el
ajusticiamiento de su hijo, sino que busca su corrección. Siempre, el padre es
amor.
Los
versículos 10 y 11 describen la realización del propósito de Dios. La
escatología del libro de Oseas es una escatología profética y no una
apocalíptica. En vez de ver un tiempo cuando este mundo y su historia
terminarán, Oseas contempla una nueva época de la historia del mundo cuando
Dios vendrá y cumplirá perfectamente su voluntad. Algún día, el pueblo de Dios
va a serle fiel y seguirlo.
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