¡Tú eres ungido para ser un
ministro del Señor!
¡Dios te ha formado con un
propósito!
“Vino, pues, palabra de
Jehová a mí, diciendo: Antes que te formase en el vientre, te conocí, y antes
que nacieses te aparté…” Jeremías 1.4-5
¿Quién? ¿Yo? ¡Sí! ¡Tú!
¡Dios te llama a servirle!
“…oí la voz de Señor,
que decía: ¿A quién enviaré, y quien irá por nosotros? Entonces respondió: Heme
aquí, envíame a mi…” Isaías 6.8
¡Dios te envía a conquistar el mundo!
“Por tanto, id, y haced
discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”
Mateo 28.18-20
¡Un día tu obra ministerial será evaluada!
“Bien, buen siervo y
fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu
señor.” Mateo 25.23
“Conforme a la gracia
de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y
otro edifica encima; pero cada uno mire como sobreedifica. Porque nadie puede
poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre
este fundamento alguno edificare oro, plata piedras preciosas, madera, heno,
hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día declarará,
pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cual sea, el fuego la
probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedifico, recibirá
recompensa. Si la obra de alguno se quemare, el sufrirá perdida, y si bien el
mismo será salvo, aunque así como por fuego…” 1 Corintios 3.10-15
¡Dios te ha ungido para ministrar!
… “El Espíritu del
Señor está sobre me, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los
cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; y A
predicar el año agradable del Señor….” Lee Lucas 4.16-20
Dios te da la unción del
Espíritu Santo para ministrar
“Entonces Jesús les
dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envió
Y habiendo dicho esto, soplo, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.” Juan 20.21-22
“pero recibiréis poder,
cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” Hechos 1.9
“… a
cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho” en el cuerpo
de Cristo. 1 Corintios 12.7
El
Espíritu se manifiesta en dones – o capacidades especiales para servir
“No quiero, hermanos,
que ignoréis acerca de los dones espirituales” 1 Corintios 12.1
Definición
de Don Espiritual: Una gracia especial
impartida y usada por la unción del Espíritu Santo para servir al cuerpo de
Cristo y cumplir la Gran Comisión.
El Espíritu se manifiesta en frutos de carácter
“Más el fruto del
Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre,
templanza… si vivimos por el Espíritu andemos también por el Espíritu.” Gálatas 5.22-23,25
Definición
de Fruto del Espíritu: Cualidades de
carácter que reflejan la persona de Cristo a los demás. El carácter de Cristo
en la vida del ministro.
Dios le ha preparado para
ministrar
• Su temperamento
• Su formación
o Trasfondo Familiar y
Cultural
o Experiencias del
Pasado
o Sufrimiento
o Educación
• Sus talentos
naturales
Nuestras Metas, entonces,
para Nivel 4 son lo siguiente:
• Aprender del Fruto
del Espíritu Santo en el Ministerio
o Visualizar como cada
fruto se manifiesta en situaciones del ministerio.
o Identificar donde
flaqueamos y necesitamos crecer
• Aprender de los Dones
del Espíritu Santo en el Ministerio
o Visualizar la práctica
de cada don
o Valorar la necesidad
de trabajar en equipo con los dones diferentes
o Observar los
potenciales problemas relacionados con cada don
o Identificar cuáles
son nuestros dones principales
Somos ungidos para
ministrar -
¡Con carácter cristiano y poder sobrenatural!
Tabla de los Frutos del
Espíritu Santo
El
Amor - Sacrificio desinteresado por los demás. Es una
decisión, por fe, de buscar el bien de los demás sin condiciones y sin esperar
nada a cambio
La
Bondad - Vivir sinceramente
con integridad, ser honesto, y hacer lo bueno, aunque cueste.
El
Gozo - Un actitud positiva de esperanza y optimismo que
se basa en la bondad de Dios, y no en las circunstancias.
La
Fidelidad - Ser cumplido y
responsable - digno de confianza. ¡Se puede contar con uno!
La
Paz - Un estado de orden, tranquilidad y bienestar,
impartido por el Espíritu, aun en medio del conflicto.
La
Paciencia - El arte de esperar.
La capacidad de absorber la negatividad o contratiempos sin darse por vencido,
y seguir un proceso a largo plazo.
La
Benignidad – Transmitir “buena onda.” Una disposición dulce, gentil y benevolente
hacia los demás.
Mansedumbre - Tener la voluntad
domada por el Señor. Ser dócil y responsivo a la voz del Señor y las autoridades
espirituales; y respetuoso y cortes hacia la gente en general.
La
Templanza - es dominio propio –
la capacidad de frenar los instintos, apetitos e impulsos para poder servir al
Señor con sobriedad y disciplina.
Tabla de los Dones del
Espíritu Santo
“… a cada uno le
es dada la manifestación del Espíritu para provecho” 1 Corintios 12.7
Dones
de Cuidado
Hospitalidad - Una unción especial
para hacer la gente sentir “en casa,” bienvenida, cuidada, y parte del grupo.
Misericordia - Una empatía especial
y compasión sincera por el dolor y sufrimientos de los demás, resultando en
obras de apoyo y caridad.
Exhortación - Una unción especial
para animar, y amonestar a los hermanos.
Servicio - Una unción especial
para identificar y llenar las necesidades prácticas de otros.
Dones
de Respaldo
Intercesión - Una unción especial
para orar intensa y largamente, guiado por el Espíritu Santo, resultando en
contestaciones específicas.
Ayudas - Una unción especial
para trabajar al lado de otros y apoyar sus esfuerzos.
Administración- Una unción especial
para coordinar y organizar personas y proyectos.
Artesanía - Una unción especial
para crear y mejorar los ambientes físicos para el servicio del Señor.
Dar - Una atención
especial a las necesidades de la iglesia, y la capacidad especial de contribuir
alegre y generosamente para llenarlas.
Dones
de Revelación Divina
Palabra de
Sabiduría - Revelación sobrenatural de cómo proceder y hablar en ciertas situaciones
prácticas de la vida.
Palabra de
Ciencia - Revelación sobrenatural de información en situaciones específicas que
no pudiera ser conocida por medios naturales.
Profecía - Una unción para recibir revelación sobrenatural
y comunicar mensajes del Espíritu Santo.
Discernimiento - Una unción especial para percibir si las
acciones, palabras, y motivaciones de una persona son de origen divino,
satánico, o meramente humano.
Dones
de Señales y Prodigios
Fe - Una unción
excepcional para creer que Dios se moverá en formas específicas y prácticas, a
pesar de las circunstancias contrarias.
Milagros - Una unción especial
para hacer actos sobrenaturales por el poder de Dios.
Sanidades - Una unción especial
para ministrar la sanidad emocional o física por el poder de Dios.
Lenguas - Una unción especial
para orar, adorar, o profetizar en un idioma desconocido al hablante.
Interpretación de
Lenguas - Una unción especial para interpretar una profecía, de parte de Dios,
que fue expresado originalmente en lenguas.
Dones
de Liderazgo – para equipar a los santos
Liderazgo - Una unción especial
para influenciar y movilizar a otros para cumplir una misión en el reino de
Dios.
Enseñanza - Una unción para
comunicar las verdades de la palabra en una forma clara, memorable, e impactante
para la vida diaria de los hermanos.
Artes - Una unción especial
para enriquecer la adoración a través del canto; instrumento musical; la danza;
u otra expresión artística.
Pastor - Una unción especial
para asumir la responsabilidad por el crecimiento espiritual de un grupo de
creyentes.
Apóstol - Una unción especial
para proveer liderazgo espiritual sobre un número de pastores e iglesias para
la extensión del reino en una región.
Misionero - Una unción especial
para ministrar efectivamente en otras culturas.
Evangelista: Una sabiduría y
gracia especial para ganar almas y de movilizar a otros en la obra evangelística.
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