lunes, 22 de octubre de 2018

Leyendo... Oseas capítulo 3


LECTURA DIARIA:
Oseas capítulo 3

El Señor renueva el llamado de Oseas a amar a su esposa, la cual había retornado a su vida disoluta.

Este corto capítulo describe el cautiverio y el regreso de la nación. Israel experimentaría un tiempo de purificación en una tierra extranjera, pero Dios lo seguiría amando y estaría dispuesto a aceptarlo de regreso. Ordenó a Oseas que mostrara el mismo espíritu de perdón hacia Gomer. Si bien Gomer no tenía ningún mérito y a pesar de que Oseas tenía muchos motivos para divorciarse de ella, Dios le dijo a Oseas que la comprara, la llevara otra vez a su casa y la amara.
Gomer aparentemente estuvo por su cuenta durante un tiempo. Al necesitar mantenerse, debió haberse vendido como esclava o haberse vuelto la amante de otro hombre. En cualquier caso, Oseas tuvo que comprarla, aunque por una cantidad muy pequeña. Gomer ya no valía mucho para nadie que no fuera Oseas, más él la amaba igual que Dios amaba a Israel.
Durante el exilio, Israel tendría que prescindir de todas las estructuras y recursos de que había dependido en el pasado. La lista de instituciones y símbolos que guiaban los pasos de Israel eran una mezcla de principios del culto y prácticas ordenadas y prohibidas por Dios, las cuales indican cuánto se había movido el pueblo hacia una forma de religión sincrética.
Por ejemplo, el efod formaba parte de las vestimentas del sumo sacerdote, al cual se adhería el Urim y el Tumín, pero los terafines eran dioses domésticos, probablemente imágenes de los antepasados.

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