UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
ESTUDIAR
EVITA EL ENGAÑO
Cada
uno de nosotros debe comprobar lo que cree mediante un estudio serio de la
Biblia.
Debemos aceptar lo que la Biblia dice y no lo que nuestras ideas
preconcebidas nos hacen ver en ella. Consideremos la advertencia dada por el
propio Jesucristo: "Vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el
Cristo; y a muchos engañarán" (Mateo 24.5).
Jesús
no dijo aquí que pocos vendrían en su nombre, ¡sino que "vendrán
muchos"! Vienen como predicadores "cristianos" proclamando a
Jesús como el Cristo, ¡pero engañando a muchos!
En
otras palabras, habría un engaño masivo basado en las enseñanzas falsas de
muchos que supuestamente vendrían "en el nombre de Jesús".
Es
fácil para un líder religioso apropiarse, el nombre del Hijo de DIOS, como
manto para su doctrina personal, sea o no que sus enseñanzas tengan relación
con la vida o enseñanzas del verdadero Jesús. Por eso es que el apóstol Pablo
nos dice: "Examinadlo todo; retened lo bueno" (1 Tesalonicenses
5.21).
Cada
uno de nosotros tiene la responsabilidad de verificar las doctrinas que nos
enseñan, cualquiera que sea el maestro.
¡No
demos nada por sentado! ¡Fijémonos qué es lo que realmente dice la Biblia!
Pablo
también nos amonesta: "Si viene alguno predicando a otro Jesús que el que
os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u
otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis" (2 Corintios
11.4). En otras palabras, el apóstol temía que algunos miembros de la Iglesia
de su época cayeran presa de ministros "falsos" y llegaran a aceptar
un evangelio falso acerca de un Jesucristo falso.
Es
importante que estudiemos la Biblia para alcanzar una verdadera comprensión.
Debemos estar dispuestos a preguntarnos francamente si hemos estado siguiendo
"tradiciones de hombres" en vez de los mandamientos de DIOS (Mateo
15.3).
Al
estudiar la Biblia, dejemos que ella se interprete a sí misma. En otras
palabras, si algo no parece claro, dejemos que los versículos que sí son claros
nos ayuden a entender los otros. También debemos aprender a estudiar la Biblia
en su totalidad, como haríamos con cualquier otro libro. Muchas personas se limitan
a saltar de un pasaje a otro o leen versículos sentimentales y animadores.
Aunque esto ayuda a veces, no da un entendimiento auténtico de todo el plan y
propósito de DIOS que revela en su manual de instrucciones para la humanidad:
la Santa Biblia.
Comencemos
por estudiar el Evangelio de Mateo, que es el primer libro del Nuevo
Testamento. Primero, leamos un pasaje de Mateo lentamente de principio a fin,
marcando los versículos que le parezcan más importantes. Luego, repasemos estos
versículos que hemos estudiado. Ahora leamos lentamente, meditando y marcando,
otros capítulos más. De este manera, podremos familiarizarse con lo que
realmente dice la Biblia, ¡no con lo que otras personas nos dicen que hay allí!
Pidamos a DIOS entendimiento. Estemos dispuestos a seguir el cristianismo de
Cristo, pase lo que pase. Recordemos siempre estas palabras vitales del apóstol
Pablo: "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive
Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de
Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Gálatas 2.20).
Hebreos
13.8 nos dice: "Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los
siglos". Juan 15.10 dice: "Yo he guardado los mandamientos de mi
Padre". Preguntémonos sinceramente ¿De dónde recibimos la enseñanza
religiosa? ¿Cómo llegamos a creer las cosas que creemos? ¿Hallamos nuestros
conceptos religiosos en la Biblia? La mayoría de las personas no reciben su
religión de la Biblia. Quizá duela reconocerlo, pero en la mayoría de los casos
es algo fácil de comprobar. Jesús dijo: “Dijo entonces Jesús a los judíos que
habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis
verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará
libres”. (Juan 8. 31 - 32).
Dios
les bendiga abundantemente.
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