UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
¡NUESTRA
TAREA ES PREDICAR!
Jesucristo
dio este mandato a sus seguidores: "Id por todo el mundo y
predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será
salvo; mas el que no creyere, será condenado" (Marcos 16.15-16)
Jesucristo
predicaba constantemente ante multitudes. Las Escrituras describen una ocasión
cuando alimentó por medios sobrenaturales a 5.000 varones, además de las
mujeres y los niños que habían estado escuchando sus enseñanzas inspiradas (Mateo
14.14-21). Jesús no se quedó en casa actuando como buen vecino ¡sino que se
dedicó a su ministerio de tiempo completo, predicando el evangelio al
mayor número posible de personas! Personalmente capacitó a los doce
apóstoles, y al menos a "otros setenta, a quienes envió de dos en dos
delante de Él a toda ciudad y lugar adonde Él había de ir" (Lucas 10.1).
Luego les dijo a sus seguidores que oraran pidiendo que Dios llamara a más
ministros para hacer la obra (v. 2).
Más
tarde el apóstol Pablo, con sus seguidores, viajó predicando y enseñando acerca
de Jesucristo y su mensaje del venidero Reino de DIOS (Hechos 8.12; 28.31).
Visitó
incontables sinagogas y aprovechó cada oportunidad para predicar a grupos
grandes de personas, haciendo su parte para que "todas las naciones"
escucharan su poderoso testimonio sobre el venidero Reino de Dios y el mensaje
divino del perdón por medio de Jesucristo (Mateo 24.14).
Recordemos
que el evangelio o "buena noticia" es el mensaje de Cristo sobre el
venidero Reino de DIOS. Ese Reino no es un sentimiento abstracto en el corazón
del creyente sino un gobierno real que traerá paz al planeta Tierra, y que será
encabezado por un verdadero Rey: Jesucristo.
El
ejemplo inspirado de Jesucristo y de sus apóstoles indica claramente que, si
hubieran podido, seguramente habrían aprovechado la oportunidad de utilizar las
tecnologías modernas de la radio, la televisión y el internet para predicar el
evangelio a todas las naciones.
Hoy,
si realmente amamos a los demás seres humanos y queremos llegar a ellos con la
verdad de DIOS, ciertamente daremos "el todo" con el fin de
aprovechar los instrumentos modernos que están a nuestro alcance para predicar
el mensaje divino ¡a todas las naciones de la Tierra!
¡Pensemos!
Estamos a poco tiempo de la "gran tribulación", que Jesucristo
describió como el período más severo de pruebas, dificultades, penas, muerte y
destrucción en toda la historia humana (Mateo 24.21-22).
Cristo
manda a sus seguidores que sean una "luz" para el mundo (Mateo
5.14-16). Nuestro hablar debe estar "sazonado con sal" para que
nuestras palabras ayuden a llegar a otros a la verdad (Colosenses 4.6). El
apóstol Pedro nos dijo: "Estad siempre preparados para presentar defensa
con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza
que hay en vosotros" (1 Pedro 3.15).
Los
miles de millones de seres que habitan la Tierra necesitan por lo menos un
"testimonio" del verdadero evangelio sobre la venida del Reino de
DIOS (Mateo 24.14). ¡Los que estamos en esta obra sabemos que debemos pasar por
las "puertas" que Cristo abre con el propósito de llegar a los miles
de millones a quienes el evangelismo personal no logra alcanzar!
El
apóstol Pablo también instruyó a jóvenes como Timoteo (Hechos 16.1-5), Tito y
otros. Trabajó con ellos, viajó con ellos, los guió y los preparó para que le
ayudaran a llevar el evangelio hasta donde fuera posible.
Este
es el patrón de DIOS. Todos los cristianos estamos llamados por igual, a la
gran misión que Cristo nos ha encomendado para que su obra llegue a todos.
Dios
les bendiga abundantemente.
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