lunes, 26 de noviembre de 2018

Un momento... ¡NUESTRA TAREA ES PREDICAR!



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
¡NUESTRA TAREA ES PREDICAR!

Jesucristo dio este mandato a sus seguidores: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado" (Marcos 16.15-16)

Jesucristo predicaba constantemente ante multitudes. Las Escrituras describen una ocasión cuando alimentó por medios sobrenaturales a 5.000 varones, además de las mujeres y los niños que habían estado escuchando sus enseñanzas inspiradas (Mateo 14.14-21). Jesús no se quedó en casa actuando como buen vecino ¡sino que se dedicó a su ministerio de tiempo completo, predicando el evangelio al mayor número posible de personas! Personalmente capacitó a los doce apóstoles, y al menos a "otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de Él a toda ciudad y lugar adonde Él había de ir" (Lucas 10.1). Luego les dijo a sus seguidores que oraran pidiendo que Dios llamara a más ministros para hacer la obra (v. 2).
Más tarde el apóstol Pablo, con sus seguidores, viajó predicando y enseñando acerca de Jesucristo y su mensaje del venidero Reino de DIOS (Hechos 8.12; 28.31).
Visitó incontables sinagogas y aprovechó cada oportunidad para predicar a grupos grandes de personas, haciendo su parte para que "todas las naciones" escucharan su poderoso testimonio sobre el venidero Reino de Dios y el mensaje divino del perdón por medio de Jesucristo (Mateo 24.14).
Recordemos que el evangelio o "buena noticia" es el mensaje de Cristo sobre el venidero Reino de DIOS. Ese Reino no es un sentimiento abstracto en el corazón del creyente sino un gobierno real que traerá paz al planeta Tierra, y que será encabezado por un verdadero Rey: Jesucristo.
El ejemplo inspirado de Jesucristo y de sus apóstoles indica claramente que, si hubieran podido, seguramente habrían aprovechado la oportunidad de utilizar las tecnologías modernas de la radio, la televisión y el internet para predicar el evangelio a todas las naciones.
Hoy, si realmente amamos a los demás seres humanos y queremos llegar a ellos con la verdad de DIOS, ciertamente daremos "el todo" con el fin de aprovechar los instrumentos modernos que están a nuestro alcance para predicar el mensaje divino ¡a todas las naciones de la Tierra!
¡Pensemos! Estamos a poco tiempo de la "gran tribulación", que Jesucristo describió como el período más severo de pruebas, dificultades, penas, muerte y destrucción en toda la historia humana (Mateo 24.21-22).
Cristo manda a sus seguidores que sean una "luz" para el mundo (Mateo 5.14-16). Nuestro hablar debe estar "sazonado con sal" para que nuestras palabras ayuden a llegar a otros a la verdad (Colosenses 4.6). El apóstol Pedro nos dijo: "Estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros" (1 Pedro 3.15).
Los miles de millones de seres que habitan la Tierra necesitan por lo menos un "testimonio" del verdadero evangelio sobre la venida del Reino de DIOS (Mateo 24.14). ¡Los que estamos en esta obra sabemos que debemos pasar por las "puertas" que Cristo abre con el propósito de llegar a los miles de millones a quienes el evangelismo personal no logra alcanzar!
El apóstol Pablo también instruyó a jóvenes como Timoteo (Hechos 16.1-5), Tito y otros. Trabajó con ellos, viajó con ellos, los guió y los preparó para que le ayudaran a llevar el evangelio hasta donde fuera posible.
Este es el patrón de DIOS. Todos los cristianos estamos llamados por igual, a la gran misión que Cristo nos ha encomendado para que su obra llegue a todos.
Dios les bendiga abundantemente.

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