LECTURA
DIARIA:
Amós
Introducción
Amós
fue profeta de Israel (el reino del norte) desde 760-750 a.C.
Israel
disfrutaba prosperidad económica y paz. Esto provocó que la sociedad se
volviera egoísta y materialista. Los adinerados no tenían en cuenta las necesidades
de los menos afortunados. El pueblo se centraba en sí mismo y sentía
indiferencia hacia Dios.
Amós
habló en contra de los que explotaban u olvidaban a los necesitados.
Contemporáneo
de Jonás (793-753) Oseas (753-715)
Este
nombre, que sólo se usa en este libro, significa «el que lleva la carga».
Amós
era pastor y cultivaba higueras en el reino del sur (Judá), pero profetizó en
el reino del norte (Israel). Israel estaba políticamente en la cumbre de su
poder y su economía era muy próspera. Sin embargo, la nación se corrompió
espiritualmente. Se adoraban ídolos en toda la tierra y sobre todo en Bet-el,
donde se suponía que se encontrara el centro religioso de la nación. Al igual
que Oseas, Dios envió a Amós para denunciar la corrupción social y religiosa
del pueblo.
Tecoa,
la tierra natal de Amós, estaba localizada en la escarpada nación ovejera de
Judá, a 16 km de Jerusalén. Mucho antes de que Amós naciera, una mujer de Tecoa
hizo que David se reconciliara con Absalón, su hijo rebelde.
Amós
cuidaba ovejas, un trabajo muy poco “espiritual”, sin embargo, se convirtió en
un instrumento para llevar el mensaje de Dios.
Amós
pronunció el castigo de Dios a las naciones que rodeaban las fronteras de
Israel, incluso Judá. Quizás el pueblo de Israel se alegró cuando escuchó la
reprimenda dictada en contra de aquellas naciones. Pero más tarde Amós proclamó
el castigo de Dios sobre Israel. No pudieron encontrar excusas para su pecado,
ya que pensaban que los pecados de sus vecinos eran peores. Dios no hace distinción
entre las personas. Dios juzga a todos por igual, con justicia e imparcialidad.
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