domingo, 4 de noviembre de 2018

Leyendo... Joel capítulo 1



LECTURA DIARIA:
Joel capítulo 1

El capítulo 1 es un largo llamado a Judá que lamenta el juicio decretado por Dios.
La destrucción sobreviene a través de una plaga de langostas, una sequía y una hambruna, y por último, un fuego.
¿Ha acontecido esto en vuestros días, o en los días de vuestros padres?
Esta pregunta, dirigida a los líderes, se formula para sugerir que no se trata de una calamidad natural, sino del juicio del Señor. Dios instó a los padres a que transmitieran su historia a sus hijos contándoles una y otra vez las importantes lecciones que aprendieron. Uno de los regalos más grandes que puede dar a los jóvenes es la historia de su vida para ayudarlos a comprender los éxitos que usted ha tenido, y los errores que ha cometido. La langosta es un insecto volador parecido al saltamontes. Puede que las cuatro designaciones se refieran a diferentes etapas de su desarrollo de larva a insecto adulto, o constituya una forma poética para indicar la total devastación de la tierra. La mejor explicación, sin embargo, es que se trata de cuatro oleadas separadas de langostas, cada una de las cuales se comía lo que la otra había dejado, hasta el completo exterminio de la vegetación. Una plaga de langostas puede ser tan devastadora como la invasión de un ejército. Las langostas se reúnen en enjambres en grandes cantidades, y vuelan a varios metros por encima de la tierra, y cuando pasan cubren el sol proyectando una inmensa sombra. Cuando se posan en la tierra devoran casi toda la vegetación, y lo invaden todo a su paso.
La detallada descripción de Joel hace que muchos crean que se refiere a una plaga de langostas que había llegado o que llegaría a la tierra. Otro punto de vista común es que las langostas simbolizan un ejército enemigo invasor. De todos modos, lo que Joel quería destacar era que Dios castigaría al pueblo por su pecado. Joel llama a este juicio “el día de Jehová”.
El sentido físico y el juicio moral del pueblo estaban embotados, haciendo que se olvidaran de sus pecados. Joel hizo un llamado para que el pueblo despertara de su displicencia, y reconociera sus pecados antes de que fuera demasiado tarde. De lo contrario, todo sería destruido, incluso las uvas y el vino que causó su embriaguez.
El cilicio era un tejido áspero y basto cosido en forma de saco. Esta vestimenta simboliza profundo dolor, contrición y arrepentimiento ante Dios. Los profetas lo utilizaban a menudo como señal de su congoja ante el mensaje de calamidad y juicio. 
A veces se hablaba del novio como el esposo de la mujer comprometida. La pérdida del esposo daba lugar a la más dolorosa de las penas.

Debido a la devastación, no había harina ni zumo de uva.
La ausencia de ofrendas constituía una gran calamidad para Israel, porque cuando no había trigo o mosto para los sacrificios se suspendía la relación con Dios estipulada en el pacto; era una señal de que Dios había abandonado a su pueblo.
Proclamar ayuno es fijar una ocasión especial para la celebración de una jornada nacional de oración acompañada de ayuno. Para este propósito, los sacerdotes debían llamar a una asamblea sagrada, una reunión de toda la congregación de Judá, no sólo de los sacerdotes.
El “día de Jehová” es una frase común en el Antiguo Testamento y en el libro de Joel. Siempre se refiere a algún acontecimiento extraordinario, ya sea presente (como la plaga de langostas), en el futuro cercano (como la destrucción de Jerusalén o la derrota de las naciones enemigas), o al final de la historia cuando Dios derrotará a todas las fuerzas del mal.
A causa de la destrucción de las cosechas, no había primicias u ofrendas que pudieran ser presentadas para expresar la alegría y el placer al Señor.

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