LECTURA
DIARIA:
Amós
capítulo 5
Amós
estremeció a su audiencia al cantar una canción de duelo por ellos como si ya
hubieran sido destruidos.
Los israelitas creían que su riqueza y su ritual
religioso los mantenía a salvo, pero Amós lamentó su destrucción segura.
El
profeta captó la atención de sus oyentes con un canto fúnebre sobre la nación
empleando la metáfora de una virgen que murió siendo aún jovencita.
Amós
empleó la frase en hebreo Ko amar Yahweh: Así ha dicho Jehová para presentar un
mandato y una prohibición. Hay que buscar a Dios con sinceridad en lugar de
hacer múltiples viajes a distintos santuarios que no van a producir ningún
resultado positivo. Amós le da un significado mucho más profundo a buscar una
relación estrecha con Dios con el deseo de conocer su voluntad y cumplirla.
Betel
era un centro cúltico en el Reino del Norte y una de las ciudades más
importantes en el AT.
Amós
fue a Betel para predicar contra los cultos y asambleas que se practicaban allí
pero que carecían de sentido. En este lugar Amós encontraría a muchos de los
opresores de los pobres, personas que ponían sus propios intereses por encima
de su deber ético.
Amós
atacó a los jueces que se dejaban comprar y que abusaban de su posición en la
administración de justicia. No solamente eso, ellos rechazaban el mismo sistema
de los tribunales, la credibilidad de los testigos y de los que allí decían la
verdad.
El
pasaje de Amos 5.16-17 se refiere a Éxodo 12.12; 12.23 cuando Dios “pasó en
medio de” los egipcios y destruyó a todos los primogénitos, excepto los de
Israel. En 5.18 se refiere a una tradición muy antigua y popular que el día de
Jehová sería un día de triunfo y liberación para la nación. Amós proclamó que
el verdadero día de Jehová será todo lo contrario; será un día de oscuridad, no
de luz. Empleó la metáfora de uno que huye de un león para encontrarse con un
oso enorme y al escaparse de este se apoya sobre la pared de una pieza interior
de su casa y allí lo muerde una serpiente venenosa. El culto lujoso y abundante
no sirve para nada. Amós anuncia que lo que Dios desea es que corra el juicio
derecho como agua y la justicia como arroyo permanente, que penetre a todo
nivel de la sociedad y a cada institución del estado.
A
partir de este momento Amós lanzó al mundo un concepto nuevo de la justicia. No
consiste en decisiones o actitudes; es acción que se ve, como uno puede
observar el movimiento de la corriente de un río.
Las
ceremonias y fiestas religiosas carecen de valor si los que las realizan se
olvidan de lo más importante: la justicia y la honradez en la relación con el
prójimo. Los hebreos no tenían un sistema de sacrificios tan complicado durante
sus cuarenta años de vida en el desierto, y a pesar de eso vivían más cerca de
Dios. Dios les perdonó su culto primitivo a los dioses que habían conocido en
Egipto. Pero ahora, ya que tenían mejor conocimiento y no seguían fielmente al
Dios verdadero, estaban destinados a un lugar de destierro más allá de Damasco.
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