LECTURA
DIARIA:
Amós
capítulo 6
A
mediados del siglo VIII a.C. tuvo lugar un gran auge económico tanto en Israel
como en Judá.
Los reposados en Sion y los confiados en el monte de Samaria son
el mismo tipo de gente. Estaban complacidos debido a su exaltada posición
económica y social. Se consideraban los principales entre las naciones a causa
de su recién adquirido poder y riqueza. Pero su optimismo no era sabio.
Amós
dirigió su ataque hacia aquellos que vivían en lujuria, tanto en Israel como en
Judá.
Israel
se vanagloria de su exaltada posición. Las grandes ciudades al este, norte y
oeste habían sido destruidas debido a su soberbia. Lo que les sucedió a ellas
le sucedería a Israel debido a que su pecado era igual de grande.
El
pueblo había construido casas lujosas para hacer alarde de sus logros.
El
versículo 6 describe la falta total de compasión de los ricos hacia los pobres
con sus cargas tan pesadas. Amós no pudo ocultar su enojo al ver a los que
tomaban vino en grandes copas mientras sus compatriotas morían de hambre frente
a las puertas de sus palacios.
Esta
clase de gente vivía su vida de una manera egoísta, sin preocuparse por nadie,
excepto por ellos mismos.
El
único futuro que Amós puede ver para una sociedad tan corrompida es que sus líderes
irán a la cabeza del triste desfile de cautivos marchando a un lugar
desconocido de cautiverio (versículo 7). Empleando lenguaje fuerte el profeta
dice que el mismo Dios ha jurado la destrucción de un pueblo tan ciego al
sufrimiento de sus prójimos. En lugar de defender a Samaria Dios va a entregar
al enemigo la ciudad y a todos los que viven en ella. La clase dominante no va
a disfrutar de los tesoros robados a los pobres y a los desvalidos.
En
los tiempos de Amós no era fácil adquirir aun la ropa básica porque era muy
costosa. Los pobres solamente tenían la ropa que llevaban puesta. De manera que
cuando Amós menciona que se podría comprar a una persona por el precio de un
par de zapatos hablaba de algo que podría ser una realidad.
La
túnica era la ropa básica que usaban tanto el hombre como la mujer.
Los
versículos 6:9-11 describen una epidemia universal que va a acompañar el sitio
de la ciudad. Debido a la situación militar los habitantes no tendrán otro
recurso que el de sacar los cadáveres y quemarlos en la plaza pública.
Las
“visiones” de Amós que se encuentran en estos capítulos son en realidad sueños
proféticos o pesadillas sobre el futuro.
Amós
intercede por el pueblo, no en base a sus méritos, sino debido a su debilidad
como nación pequeña sin muchos recursos. Amós sabía que Dios los había
rescatado de la esclavitud y tenía mucha compasión por las viudas, los
huérfanos y los pobres.
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