UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
LA
VERDADERA IGLESIA
La
mayoría de las personas pasan la vida sin mayor reflexión ni análisis.
Tanto en
sus convicciones políticas y en su postura en cuanto a las polémicas del día,
la mayoría de las personas prefieren discutir antes que detenerse a examinar
sus convicciones para ver si concuerdan con lo que realmente es cierto.
Esta
falta de auto-examen se hace extensiva a nuestras ideas religiosas.
El
apóstol Pablo, escribiendo a los cristianos, tuvo que exhortarlos para que se
examinaran: "Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que
os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que
haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el
evangelio de Cristo". (Gálatas 1.6-7)
Pablo
veía que empezaba a arraigarse en la iglesia cristiana un
evangelio distinto del evangelio de Jesucristo: "Pero temo que
como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna
manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. Porque si viene alguno
predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro
espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado,
bien lo toleráis". (2 Corintios 11.3-4)
Aunque
sus doctrinas y costumbres parecían similares al evangelio verdadero de
Jesucristo, ¡era una falsificación! Las similitudes eran engañosas.
La
Biblia describe una lucha por conservar la pureza de la fe cristiana, escasos
años después que Cristo estableciera su Iglesia. En el penúltimo libro de la
Biblia vemos que la lucha aún continúa: "Amados, por la gran solicitud que
tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario
escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una
vez dada a los santos. Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los
que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos,
que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el
único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo". (Judas 3-4)
Satanás
el diablo dio origen a la confusión y corrupción en la Iglesia primitiva. Pablo
lo llama "el dios de este siglo" (2 Corintios 4.4) o "el dios de
este mundo"
El
libro de Apocalipsis describe cómo será nuestro mundo en los días anteriores al
regreso de Jesucristo. El apóstol Juan escribió: "Y fue lanzado fuera el
gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña
al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con
él". (Apocalipsis 12.9)
¡Satanás
no ha desistido de su esfuerzo por difundir un cristianismo falso, un evangelio
falso y un Cristo falso! Sigue todavía haciéndose pasar por un ángel
de luz. Sigue siendo todavía el dios de este mundo y sigue
siendo todavía el padre de mentira.
Sabiendo
esto ¿Cómo podemos determinar si la fe que seguimos es la verdadera o la falsa?
En
nuestro intento por identificar una fe falsificada, podemos aplicar el mismo
método que se usa en la lucha contra el dinero falsificado. Una de las mejores
maneras de reconocer una falsificación es conocer absoluta e íntimamente la
cosa verdadera. Cuando uno está muy consciente de cómo se siente un billete
real entre los dedos, los delicados detalles del arte, el peso del papel en la
mano, el modo como responde al doblarlo, cómo las fibrillas están incorporadas
dentro del material, cómo la tinta se mezcla un poquitín con el
papel, entonces es más capaz de reconocer un billete falsificado
cuando se lo entregan. Para quien conoce "la cosa verdadera", las
menores diferencias en la falsificación se destacan como la noche se destaca del
día, ¡aunque alguien menos enterado ni siquiera se daría cuenta!
Podemos
aplicar la misma estrategia para identificar una fe falsificada, un Cristo
falsificado o un cristianismo falsificado. Una vez familiarizados con lo
real, no podemos menos de percatarnos cuando aparece una falsificación, ¡por
sutil que esta sea!
¿Qué
es lo real? La palabra de DIOS: La Biblia.
A
medida que descubramos el cristianismo verdadero de la Biblia y lo entendamos, los pasajes de la Biblia que quizá hayamos
leído muchas veces, sin comprenderlos a fondo, de pronto cobran vida como
parte de un panorama completo. Empezamos a comprender que ciertamente DIOS no
crea confusión (1 Corintios 14.33). Empezamos a vivir aquella vida abundante
que Él ha prometido a quienes le obedecen. (Juan 10.10)
Al
leer la Biblia, veremos que la Iglesia verdadera de Cristo sí existe, que
estará presente cuando Él regrese a la Tierra, y que ahora espera ser
presentada a Él como una esposa "preparada" para su esposo. (Apocalipsis
19.7)
El
apóstol Pablo dice de la Iglesia verdadera, no de la falsa, que es "la
iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad" (1 Timoteo
3.15). En otro pasaje, Jesús dice: "Y conoceréis la verdad, y la verdad os
hará libres" (Juan 8.32)
Se
necesita valentía para abandonar una mentira cómoda y empezar a poner los ojos
en la verdad. Pero en alguna parte, como una joya pequeña pero preciosa entre
un montón de falsificaciones, se encuentra una Iglesia que sí enseña la verdad
de Jesucristo, el mismo mensaje y el modo de vida que él trajo a esta Tierra.
Dios
les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario