UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
¡FUENTES
SIN AGUA!
Hay
noticias que nos llaman la atención al punto de no dejarnos tranquilos,
especialmente cuando se trata de alguna situación desesperada que afecta a
multitudes.
Las
reservas de agua son extremadamente bajas y las fuentes que las renuevan, como
la nieve en las montañas y las lluvias de primavera, están cesando cada año.
A
lo largo del mundo se están poniendo restricciones severas al consumo de agua.
La agricultura, a nivel general, está gravemente restringida por la falta de
agua para riego. Se está reduciendo o eliminando el agua para jardinería,
patios y fines recreativos en un esfuerzo por conservar el agua preciosa para
las necesidades básicas. Las fotos aéreas de muchas partes de mundo, muestran
el alcance desastroso de las condiciones de sequía.
El
mundo en general tiene sus fuentes sin agua.
Mientras
se padecen estas situaciones físicas, hay otra sequía que también causa gran
sufrimiento y problemas intratables. La mayoría de los países occidentales
están viviendo una sequía espiritual.
Los
principios espirituales y códigos de conducta que guiaron a la sociedad durante
milenios se están abandonando. Se promueven conductas aberrantes y pervertidas,
que grandes sectores de la población están aceptando como "normales".
Si
bien en años recientes se han hecho evidentes ciertas actividades cada vez más
perversas, nada de esto es nuevo. Estas mismas condiciones existieron en las
antiguas ciudades de Sodoma y Gomorra. El relato se lee a partir de Génesis 18.
DIOS
finalmente dijo basta y destruyó aquellas ciudades.
¿Será
cierto que tales actividades afectarían nuestras condiciones de vida?
Hay
un vacío mucho más nocivo que un estanque de agua seco: ¿Puede la sociedad
sobrevivir a una sequía de "aguas vivas"? (Juan 7.38)
La
Biblia dice claramente que sí. Deuteronomio 28 trae la promesa de
bendiciones por la obediencia y maldiciones por desobedecer las normas de vida
de DIOS. Incluso, menciona la posibilidad de sequías.
Veamos:
"Los cielos que están sobre tu cabeza serán de bronce, y la tierra que
está debajo de ti, de hierro. Dará el Eterno por lluvia a tu tierra polvo y
ceniza; de los cielos descenderán sobre ti hasta que perezcas" (Deuteronomio
28.23-24)
Hay
muchos versículos más que muestran cómo DIOS se vale del estado del tiempo para
cumplir su voluntad.
El
apóstol Pedro comentó sobre el estado de sequía espiritual generado por las
malas acciones. Escribió: "Estos son fuentes sin agua, y nubes empujadas
por la tormenta; para los cuales la más densa oscuridad está reservada para
siempre. Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con concupiscencias
de la carne y disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que
viven en error" (2 Pedro 2.17-18)
Debemos
sentir compasión por quienes padecen condiciones de sequía extrema. Y debemos
sentir más pena por los que sufrirán y perecerán a causa de los hábitos de vida
pecaminosos.
DIOS
está lleno de misericordia y perdona a quienes se arrepienten sinceramente y
cambian sus caminos. Esto lo indicó Pedro claramente: "El Señor no retarda
su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con
nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento" (2 Pedro 3.9)
DIOS
promete a aquellos que le siguen y cumplen Su Palabra que,
"su
alma será como huerto de riego" (Jeremías 31.12)
Dios
les bendiga abundantemente.
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