UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
¡UN
MUNDO ENGAÑADO!
La
Biblia señala que hay solamente dos caminos de vida: el camino de DIOS
verdadero y correcto, y el camino satánico del error y la maldad.
El
libro del Génesis revela que satanás engañó a los primeros seres humanos,
induciéndolos a elegir sus mentiras y a rechazar el camino de DIOS. (Génesis 3;
Proverbios 14.12).
Cuando
DIOS se manifestó a los egipcios por intermedio de Moisés, los líderes
religiosos egipcios no tardaron en ver que sus propios dioses eran impotentes
ante el Dios verdadero (Éxodo 8.19). En el libro de Isaías, el DIOS de la
Biblia se burla de los ídolos inútiles fabricados por hombres que eran objeto
de culto entre las naciones paganas (Isaías 44.9-11; 46.5-11).
El
apóstol Pablo observó que los griegos de Atenas, siendo idólatras, tenían un monumento
al "dios desconocido", y procedió a decirles quién es ese DIOS (Hechos
17.16-34). En su carta a los Romanos, el apóstol habló contra los maestros
paganos desorientados, "hombres que detienen con injusticia la
verdad" y aseveró que "como ellos no aprobaron tener en cuenta a
Dios, Dios los entregó a una mente reprobada" (Romanos 1.18, 28). Más aun,
revela que satanás, el "dios de este siglo", es el autor de los
conflictos, choques y religiones falsas y erróneas que vemos.
Tanto
la Biblia como la historia revelan que el "cristianismo" no se ha
librado de los esfuerzos satánicos por causar engaño. El Nuevo Testamento
advierte muchas veces contra los falsos maestros que se dicen ministros de
Jesucristo pero que engañan a muchos, haciéndolos seguir versiones corrompidas
del cristianismo (Mateo 7.15-20; 24.3-5; 2 Tesalonicenses 2; 2 Timoteo 3 y 4; 2
Pedro 2). El apóstol Pablo se refiere a los ministros equivocados que se dicen
cristianos pero que en realidad sirven a satanás cuando predican a otro
Jesús y otro evangelio, ambos contrarios a lo que encontramos en
la Palabra de DIOS (2 Corintios 11.3-4; 13-15).
Considerando
la mano de satanás en este proceso, no es difícil ver por qué hay tantas
variedades de "cristianos". Pero Jesús dijo: "Edificaré
mi Iglesia", no mis iglesias (Mateo 16.18). Por su parte,
el apóstol Pablo instó a los cristianos: "Que no haya entre vosotros
divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un
mismo parecer" (1 Corintios 1.10).
À
lo largo de las eras, nuestro mundo ha visto surgir y caer una amplia variedad
de gobiernos, filosofías y teorías económicas. Monarcas, déspotas y dictadores
han surgido y desaparecido. Alrededor del año 350 antes de Jesucristo, el
filósofo griego Platón observó un ciclo repetido en la estructura de los
gobiernos de las naciones; de monarquía pasaban a una aristocracia, de allí a
la democracia, de la democracia a la anarquía y nuevamente a la dictadura. Las
faltas de cada sistema conducían al siguiente, y ninguno podía durar mucho
tiempo sin que los hombres lo pusieran en tela de juicio.
En
el escenario mundial, también una serie de democracias y repúblicas han
aparecido y desaparecido prontamente. Los sistemas filosóficos del estoicismo,
el racionalismo, el humanismo y el agnosticismo han tenido su momento de auge
pero no han podido dar respuestas duraderas a las grandes incógnitas
de la vida. Las teorías ideadas por hombres, entre estas el comunismo, el
socialismo y el capitalismo; han fracasado en su misión de alcanzar
las eras doradas que prometieron.
Todos
estos sistemas se han malogrado porque los seres humanos no han
entendido: "Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la
edifican" (Salmo 127.1).
Si
los planes e ideas no se estructuran sobre la roca sólida que es la Palabra de
Dios, van necesariamente a fracasar (Mateo 7.24-29).
Jesús
reveló que los esfuerzos y las ideas de los hombres acabarían por llevar al
mundo engañado al borde de la aniquilación, y que "si aquellos
días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos,
aquellos días serán acortados" (Mateo 24.22). Las Escrituras revelan que
Jesucristo va a regresar a la Tierra como el "Príncipe de paz" para
establecer un gobierno mundial desde Jerusalén, el cual traerá felicidad,
armonía y prosperidad al mundo entero (Isaías 2.2-4; 9.6-7).
Establecerá una sola religión en la Tierra, la cual llevará a todos
los habitantes del mundo al único DIOS verdadero y a su camino de vida (Isaías
30.20-21; Zacarías 14.16-20).
Entonces,
el que "engaña al mundo entero", satanás el diablo, quedará despedido
de la faz de la Tierra (Apocalipsis 20.1-2), y veremos el amanecer de una era
nueva: ¡el Reino de DIOS!
Dios
les bendiga abundantemente.
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