UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
¿ES
NORMAL SER “NORMAL”?
La
mayoría de las personas quieren sentirse aceptadas por los demás. Es una
característica humana tan fuerte como natural.
Mirando
atrás observamos los cambios tan drásticos que ha sufrido la sociedad en los
últimos 20 o 30 años. Gran parte de lo que antes se consideraba
"normal" está lejos de serlo hoy. Años atrás, las familias
uniparentales no eran escasas, pero nadie cuestionaba que lo ideal era una
familia intacta encabezada por un padre y una madre. Hoy, en cambio, los
"abanderados de la justicia social" se empeñan en imponer una nueva
"normalidad" en la sociedad. Desde los distintos medios de
comunicación se hace hincapié en distintos modelos de familia, por ejemplo
entre dos hombres homosexuales, o dos mujeres que cambian su sexo, pero que a
la vez quieren tener hijos. Entonces vemos mujeres vestidas de hombre
embarazadas y deciden que ellos son una familia. Los hijos tiene "dos
papás" y otros tienen padres adoptivos más un padre ausente que nunca
aparece. Los programas en la TV se burlan de los valores familiares
tradicionales y promueven la idea de que "familia" se puede definir a
voluntad, de cualquier modo.
Con
todo esto en mente, como podemos ayudar a nuestros hijos a comprender las
consecuencias de ser "normal" en la sociedad de hoy.
DIOS
previó este problema hace mucho tiempo. Inspiró al apóstol Pablo a escribir una
carta al joven ministro Timoteo, en la cual describió la conducta que se
consideraría "normal" en los años anteriores al regreso de
Jesucristo, y es también una descripción acertada de las actitudes que están
imperando hoy en día: "Debes saber esto: que en los postreros días vendrán
tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros,
vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,
sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles,
aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los
deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la
eficacia de ella; a estos evita" (2 Timoteo 3.1-5).
El
apóstol Pablo comprendía que la gente en los últimos días sería egoísta,
arrogante y dada a presumir de su propia importancia. Los hijos serían
irrespetuosos con los padres. La gente no expresaría gratitud y no agradecería
las cosas buenas de la vida. Le faltaría dominio propio y le sobraría orgullo.
Harían las cosas como más les gustan sin importarles las otras personas. En
resumen, las personas se amarían a sí mismas y formarían una sociedad en la
cual el amor cristiano generoso y la obediencia a DIOS serían del todo
anormales.
Anhelar
el rótulo de "normal" en nuestros días es querer ser el tipo de
persona con quien ni siquiera nos gusta asociarnos. En nuestros días se ha
perdido el concepto de normalidad, para el mundo no es normal esforzarse por
obedecer a DIOS y vivir conforme al ejemplo que Jesucristo dejó a sus
seguidores. Sin embargo, el mundo verá cambios muy dramáticos en un futuro
cercano. DIOS inspiró al profeta Isaías, quien dejó constancia de esta
maravillosa profecía: "Un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el
principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios
Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su Imperio y la paz no
tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su Reino, disponiéndolo y
confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo del
Eterno de los ejércitos hará esto" (Isaías 9.6-7). El profeta Zacarías,
también dijo: "Todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron
contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, al Eterno de los
ejércitos, y a celebrar la Fiesta de los Tabernáculos. Y acontecerá que los de
las familias de la Tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, el
Eterno de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia" (Zacarías14.16-17).
Estos
dos pasajes en conjunto muestran un panorama extraordinario. Pronto, DIOS
reinará sobre toda la Tierra, y entonces todos harán lo que Él dice. Los
atributos humanos egoístas serán reemplazados por humildad, respeto, gratitud y
cortesía hacia los demás. Quienes en la actualidad han optado por ir en contra
de lo que se considera “normal” para la sociedad actual, verán el fruto de
obedecer a DIOS a pesar de sentirse rechazado por muchos por su forma de vivir.
Pidamos
a DIOS que nos dé el valor y la fortaleza para ir contra la corriente, para no
conformarnos a lo que el mundo considera normal, y emprendamos desde ahora el
modo de vida que DIOS sí considera normal. “No vivan ya según los criterios del
tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie
su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es
bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto”. (Romanos 12. 2)
Dios
les bendiga abundantemente.
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