UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
EN
DIOS ESTÁ NUESTRA FUERZA
Es
muy cierto que en DIOS está la fuerza de nuestra vida. Es probable que
algunos o muchos no crean esto pero quienes creemos en DIOS, esto
es una gran verdad.
En
DIOS está la fuente de nuestra fuerza.
Lo dice la Biblia, lo confirman
los grandes hombres y mujeres de la Biblia, lo hemos visto en la vida
real, y seguramente cada uno de nosotros ya lo hemos experimentado.
¿En
qué consiste esta fuerza y como es que uno de cristiano experimenta ese
fortalecimiento? Bueno, una persona puede estar desanimada, triste,
decaída, preocupada, angustiada, y sin ánimo de hacer nada.
Sin
embargo, cuando leemos la Biblia, repasamos las promesas de DIOS, hacemos una
oración de fe y de corazón; o escuchamos el consejo o las palabras de un
predicador, de un pastor, de un amigo, de un compañero, de un maestro; la mente
cambia su forma de pensar, como que si hay cambio de disco, y el corazón y todo
el organismo se robustece de aire y los pensamientos movilizan el accionar.
Así
que, son muchos los recursos que DIOS ha dejado para fortalecer nuestra vida.
En
el salmo 68, el salmista sabe que es DIOS es el que se encarga de provisionar
al pobre (v.10), que el Señor un día vendrá de Sion y a Sion, o sea a Jerusalén
(v.17b), que DIOS ha de salvarnos (v.20), pero los versículos claves son el 28,
34, 35. “Dios ha ordenado nuestra fuerza, confirma oh Dios, escuche bien”,
“lo que Dios ha hecho”.
Es
un hecho que DIOS ya ha determinado fortalecer nuestra vida porque somos sus
hijos, él responde por nosotros en todo tiempo.
Es
por eso que solo podemos atribuir o reconocer que DIOS tiene el poder, su poder
está en el cielo, y desde los cielos se extiende su grandeza y su poder.
El v. 35 dice: “Temible eres… el Dios de Israel, que es nuestro Dios también,
de él viene la fuerza y el vigor para su pueblo”, o sea para nosotros.
En
otras palabras, si ya hemos creído en DIOS, en todo tiempo una vez que lo
busquemos, no importa la situación en que estemos, debemos estar seguros que
DIOS nos dará la fuerza.
Debemos
animarnos, en vez de sentirnos tristes, desanimados, angustiados, y preocupados
por lo que está pasando en nuestra vida, solo doblemos nuestras rodillas y con
respeto, humildad, y confianza digamos a DIOS que cambie todo lo que está pasando
en nuestra vida, y creamos con seguridad en el poder de DIOS.
Sin
fe es imposible agradar a DIOS. (Hebreos 11.16).
Así
que, leamos la Biblia, oremos al Señor, escuchemos el consejo de otros que
poseen autoridad moral, y por supuesto, escuchemos con atención lo que DIOS nos
dice. No olvidemos nunca que,
nuestra fuerza está en Dios, porque Él es la fuerza de nuestra vida.
Dios
les bendiga abundantemente.
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