domingo, 3 de junio de 2018

Leyendo... Isaías capítulo 50



LECTURA DIARIA:
Isaías capítulo 50

En este capítulo el profeta trae palabras de exhortación, basadas en su propio ejemplo de fidelidad a Jehová, pero también tiene fuertes palabras contra los enemigos de la enseñanza profética.

Dios continúa respondiendo a la queja de haber abandonado a Israel.
Dios prometió pelear por Israel, pero este se vendió al pecado causándose sus propios problemas. «¿Se ha acortado mi mano?» significa: «¿No tengo yo poder para ayudarlos?» Israel se olvidó de Dios y confió en la ayuda de otras naciones. Dios no rechazó a Israel, sino que Israel lo rechazó a Él.
El tercer cántico del Siervo. Desde un punto de vista histórico, muchos ven en este siervo no identificado a Zorobabel en su papel de líder y maestro en la etapa post-exílica; otro prototipo de Cristo.
Uno de los dones que Jehová el Señor le dio al Siervo (Cristo) fue lengua de sabios, la capacidad de comunicar con efectividad el mensaje que le había sido dado. No fui rebelde: Define su sumisión a la estrategia de Dios
La del versículo 6, es una clara profecía sobre el sufrimiento vicario de Cristo. Mateo alude en tres ocasiones a este versículo
El Siervo se muestra triunfador, al hablar de sí mismo como alguien que ha ganado una gran batalla legal con la ayuda de Dios. Lucas alude de manera semejante a la firmeza de Cristo en vísperas de su viaje a Jerusalén
Hay una exhortación para confiar en el Siervo de Jehová; la otra opción es ignorarle, en cuyo caso uno mismo terminará siendo sepultado en dolor.
Por otro lado están aquellos que sí eran fieles a Jehová y que como el profeta estaban sujetos a muchos abusos y vejámenes. Ellos podían decir como el profeta: El Señor Jehová me abrió el oído, y no fui rebelde ni me volví atrás. Es a ellos a quienes exhorta el profeta, y ante ellos se expone como un ejemplo de fidelidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario