LECTURA
DIARIA:
Jeremías
capítulo 9
Jeremías
sintió emociones encontradas con respecto a su pueblo. Mentira, fraude,
traición, adulterio e idolatría eran pecados frecuentes. Se enojó por el pecado
de ellos, pero también sentía compasión.
Dios lo apartó de ellos por su trabajo
para El, pero también era uno de ellos. Jesús tuvo sentimientos similares
cuando estuvo frente a Jerusalén, la ciudad que lo rechazaría
En
este mundo de pecado y dolor, que termina pronto en muerte y juicio, ¡qué
necios los hombres que se glorían en su conocimiento, salud, fuerza, riqueza o
en cualquier cosa que los deja bajo el dominio del pecado y de la ira de Dios!
Y de lo cual debe rendir cuenta en el más allá. Esto sólo acrecentaba su
desgracia.
Son
el Israel verdadero los que adoran a Dios en Espíritu, se regocijan en Cristo
Jesús y no tienen confianza en la carne.
La
gente tiende a admirar cuatro cualidades en los demás: sabiduría humana, poder
(valor), misericordia y riqueza. Sin embargo, Dios establece como prioridad más
alta conocerlo en forma personal y vivir de manera que se refleje su justicia y
rectitud.
La
circuncisión se remonta a los días de Abraham. Para el pueblo de Israel era
símbolo de su relación de pacto con Dios. La circuncisión también la
practicaban naciones paganas, pero no como señal de un pacto con Dios. En la
época de Jeremías, los israelitas olvidaron el significado espiritual de la
circuncisión aun cuando seguían realizándola.
No hay comentarios:
Publicar un comentario