TIEMPO
DE REFLEXIÓN
“Se
les mandó que no hicieran daño a la hierba de la tierra ni a ninguna cosa verde
ni a ningún árbol, sino solamente a quienes no llevaran el sello de Dios en la
frente.
Pero no se les permitió matar a la gente, sino tan sólo causarle
dolor durante cinco meses; y el dolor que causaban era como el de una picadura
de alacrán. En aquellos días la gente buscará la muerte, y no la
encontrará; desearán morirse, y la muerte se alejará de ellos”.
Apocalipsis
9. 4 – 6
Es
inevitable que "toda acción, trae una reacción". Nuestro hermoso
"planeta tierra", está sufriendo unos cambios dramáticos por el mal
uso, y el abuso egoísta, que los seres humanos hacemos de sus recursos. Pero el
libro de Apocalipsis va mucho más allá. A la vez que nos describe unas escenas
dantescas, también nos describe la majestad y la gloria del Cielo, el lugar
preparado por Aquel que es el propietario absoluto de todo el Universo, y reina
en el Cielo.
Jesucristo,
ha abierto un documento que tenía siete sellos, y al romper cada sello algún evento
ocurría en la Tierra. Luego se presentaron siete ángeles, cada uno con una
trompeta delante de Jesucristo. Sucesivamente, con el sonar de las cuatro
primeras trompetas hubo destrucción y muerte, en la naturaleza y entre los
habitantes de la Tierra.
Durante
estos períodos sucesivos y los de las otras tres últimas trompetas morirán más
de la mitad de los hombres.
El
mundo, toda la Humanidad, en el período de la Gran Tribulación, será peor que
en los tiempos de Sodoma y Gomorra. Hay muchas características similares que se
acentuarán en ese espacio de tiempo. Hoy en día hay muchas prácticas que van en
contra de las leyes de Dios, y sin embargo son considerados ya normales,
aceptables en el actual estilo de vida. La ética y la moral dejarán de tener
sentido y serán dejados de lado, para dar paso a la tolerancia y aceptación que
satisfaga las apetencias personales de cada individuo.
Dios
ha puesto límites al ser humano, pero éste, en su auto-suficiencia y libre
albedrío, se ha rebelado contra cualquier ley que pudiera coartar su libertad.
Y como antaño, en la tierra de Sodoma y Gomorra, Dios dijo "basta
ya".
Pero
en todo momento Dios cuidará de los suyos y cumplirá Sus promesas para los que
se mantengan fieles.
A
ese Cielo accederemos todos los que hemos creído en Jesucristo como nuestro
único y suficiente Salvador, no por ser mejores, o haber dado más ofrendas y
limosnas, o participado en actos benéficos, o cualquier cosa que pudiéramos
considerar como merecedores de más "puntos", y por ello ser más
buenos. Allí estaremos los que hemos aceptado el regalo de la salvación.
Dios
les bendiga abundantemente.
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