LECTURA
DIARIA:
Apocalipsis
capítulo 7
Se
ha abierto el sexto sello y el pueblo de la tierra ha intentado ocultarse de
Dios, diciendo: "¿Quién podrá sostenerse en pie?".
Cuando
toda esperanza parece perdida, cuatro ángeles detienen los cuatro vientos del
juicio hasta que el pueblo de Dios sea marcado como suyo. Solo entonces Dios
abrirá el séptimo sello.
Un
sello sobre un rollo o documento identifica y protege su contenido. Dios pone
su gran sello sobre sus seguidores, identificándolos como suyos y garantizando
la protección de sus almas. Eso muestra cuán valiosos somos para El. Nuestro
cuerpo puede ser herido, mutilado o incluso destruido, pero nada podrá dañar
nuestra alma cuando hemos sido sellados por Dios.
El
sello de Dios puesto en la frente de sus siervos es exactamente lo opuesto a la
marca de la bestia. Estas dos marcas ubican a la gente en dos categorías
diferentes: los que pertenecen a Dios y los que pertenecen a Satanás.
El
número 144.000 es 12 x 12 x 1.000, lo que simboliza totalidad: todos los
seguidores de Dios serán llevados a Él a salvo; ninguno será pasado por alto ni
olvidado.
Dios
sella a estos creyentes, ya sea retirándolos de la tierra (esto se conoce como
el arrebatamiento) o dándoles fortaleza y valor especiales para pasar por ese
tiempo de gran persecución. Aunque muchos creyentes deben sufrir la
persecución, el sello no necesariamente garantiza protección de daño físico
-muchos morirán, pero Dios los protegerá de daño espiritual.
Sin
que importe lo que suceda, recibirán su recompensa de vida eterna. Su destino
está asegurado. Estos creyentes no se apartarán de Dios ni siquiera cuando
tengan que soportar persecución intensa.
No
dice que 144,000 personas serán selladas antes que venga la persecución, sino
que cuando empiece, podemos saber que los fieles han sido sellados (marcados
por Dios) y permanecerán fieles a Él hasta el fin.
Esta
es una lista diferente de las que mencionan las doce tribus en el Antiguo
Testamento, porque esta es una lista simbólica de los verdaderos seguidores de
Dios.
A
Judá se le menciona primero porque es tanto la tribu de David como de
Jesucristo el Mesías.
Leví
no tenía asignación tribal debido a la tarea para Dios de los levitas en el
templo, pero aquí a la tribu se le ha dado un lugar como recompensa a su
fidelidad.
No
se menciona a Dan porque se le reconoce por su rebeldía e idolatría,
características inaceptables en los seguidores de Dios.
Las
dos tribus que representan a José (por lo general llamadas Efraín y Manasés, en
honor a los hijos de José) aquí se les llama José y Manasés, por causa de la
rebeldía de Efraín.
¿Quiénes
forman "la gran multitud"? Aunque algunos dicen que son los mártires
descritos en 6.9, pudiera ser también el mismo grupo mencionado como los
144.000.
Los
144.000 fueron sellados por Dios antes del tiempo de persecución; la gran
multitud recibió la vida eterna, tal como Dios lo prometió. Antes estaban
siendo preparados; ahora son victoriosos. Esta multitud en los cielos está
compuesta por todos los que se mantuvieron fieles a Dios a través de las
generaciones. Ningún creyente verdadero necesita preocuparse por el grupo al
que pertenecerá. Dios incluye y protege a cada uno de nosotros, y también nos
garantiza un lugar en su presencia.
La
gente emplea diferentes métodos para quitar la culpa del pecado: buenas obras,
búsqueda intelectual e incluso el culpar a los demás. La multitud en el cielo,
sin embargo, alaba a Dios diciendo: "La salvación pertenece a nuestro Dios
que está sentado en el trono y al Cordero". La salvación del castigo del
pecado puede venir solo por medio de Jesucristo.
Se
ha explicado "la gran tribulación" de diversas maneras. Algunos creen
que se refiere al sufrimiento de los creyentes a través de los siglos; otros
creen que vendrá un tiempo específico de tribulación intensa. En uno u otro
caso, estos creyentes vienen pasando por períodos de sufrimiento por mantenerse
fieles a Dios. Como se mantuvieron fieles, Dios les dará vida eterna con El.
La
sangre de Jesucristo es la que purifica más que ninguna, porque quita la mancha
del pecado. El color blanco simboliza la perfección o santidad, que recibimos
solo por la muerte del Cordero inmolado de Dios. Esta es una figura de cómo
somos salvos por la fe.
Dios
suplirá para las necesidades de sus hijos en su hogar eterno, donde no habrá
hambre, sed ni dolor, y El secará toda lágrima. Cuando usted sufra o se sienta
desgarrado por el dolor, encuentre consuelo en esta promesa de completa
protección y alivio.
En
los versículos 1-8 vemos a los creyentes recibiendo un sello para protegerlos
en el tiempo de la gran tribulación y sufrimiento; en los versículos 9-17 vemos
a los creyentes finalmente con Dios en el cielo. Todos los que han sido fieles
a través de los siglos cantan delante del trono de Dios. Sus tribulaciones y penurias
han pasado: no hay más lágrimas por causa del pecado porque todos han sido
perdonados; no hay más lágrimas por el sufrimiento porque todo sufrimiento ha
terminado; no hay más lágrimas por la muerte porque todos los creyentes han
resucitado para no volver a morir.
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