viernes, 11 de octubre de 2019

Leyendo... Apocalipsis capítulo 6 – El quinto sello



LECTURA DIARIA:
Apocalipsis capítulo 6 – El quinto sello

Hay un evidente paralelismo importante entre la estructura y la cronología del sermón profético de Jesucristo acerca de las “señales antes del fin” de Mateo 24 y los siete sellos del Apocalipsis.
El sermón profético de Jesucristo dice que el evangelio será predicado al mundo entero y comienza advirtiendo de “guerras y rumores de guerras”, de “pestes, y hambres y terremotos” pero que todavía no es el fin.
Los primeros cuatro sellos del Apocalipsis (los cuatro caballos con sus jinetes) presentan ese mismo contexto general, al enseñar que el primer sello es el “caballo blanco” que proclama victoriosamente el cristianismo al mundo. Los siguientes tres sellos, los caballos “bermejo” (rojo), “negro” y “amarillo”, traen guerras, hambres y epidemias.
Entonces el sermón profético presenta la “gran tribulación”, mientras que el quinto sello nos muestra “bajo el altar las almas” que protestan por causa de las injusticias y de las persecuciones cometidas en contra de ellos. Apocalipsis 6. 9-11
Presenta `señales´ en “el sol”, en “la luna” y en “las estrellas” que ocurren “inmediatamente después de la tribulación”, seguido por el regreso de Jesucristo, el “Hijo del Hombre”.
”Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.” Apocalipsis 6. 9-11
Las víctimas de las persecuciones y de las injusticias que sufrieron el martirio “por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían” claman “a gran voz” por justicia y venganza.
Todos los mártires mencionados en el quinto sello murieron “por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían”. Así que fueron perseguidos y asesinados por cuestiones religiosas durante las diferentes épocas y bajo los diferentes poderes políticos y/o religiosos, enemigos de la libertad religiosa y de las enseñanzas de las Escrituras.
Todos aquellos hijos de Dios que perdieron su vida por amor a la verdad claman de esta manera simbólica por justicia y venganza.
Ni las `almas bajo el altar´ mencionados en el quinto sello, ni la sangre de Abel `claman´ de manera literal. Sabemos que “sangre” no puede clamar, tratándose de una manera figurativa de expresión poética. Estas “almas” son también una descripción figurativa y simbólica.
Cuando el quinto sello menciona las `almas bajo el altar´ hace alusión a la sangre inocente derramada en el altar del templo del santuario terrenal del Pacto Antiguo. Pues la “la vida” (alma) y “la sangre” son sinónimos bíblicos, representando en este contexto lo mismo.
El quinto sello abarca por un lado un periodo de tiempo previo al `juicio celestial´, descrito en los versículo de Apocalipsis 6. 9 - 10, cuando los mártires aun claman por `justicia´ y `venganza´, y por otro lado el periodo de tiempo del `juicio celestial´, en el cual los santos reciben sus “vestiduras blancas”, pero deben `descansar´ “todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.” Apocalipsis 6.11. De esta manera el quinto sello abarca el tiempo profético equivalente a la sexta y séptima iglesia del Apocalipsis, es decir “Filadelfia” y “Laodicea”.
Todos los salvos (hayan sido mártires o no) recibirán juntos y al mismo tiempo la vida eterna, el galardón, la corona de vida. Esto ocurrirá en el día majestuoso del retorno de Jesucristo en gloria y majestad, cuando los muertos en Cristo resucitarán y los vivos en Cristo serán transformados y juntos será arrebatados para encontrarse con su Señor, Salvador y Creador en el aire.
Los mártires que durante el quinto sello “clamaban a gran voz” se dirigieron a Dios como el “santo y verdadero”. Apocalipsis 6.10
Aquí nos encontramos con la misma terminología que utiliza Dios exclusivamente en el contexto de la Iglesia profética de “Filadelfia”, para presentarse a sí mismo: “Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre.” Apocalipsis 3.7
De esta manera Dios crea un enlace semántico entre el quinto sello y la sexta iglesia profética, en la que presenta la apertura de aquella `puerta´ en el cielo que conduce al lugar santísimo en el santuario celestial para iniciar su `juicio celestial´. Es impresionante como cada detalle encaja divinamente en el `rompecabezas profético´.
Fue así como el remanente de los fieles de “Filadelfia” pasaron por fe por aquella `puerta´, que representa la transición hacia la séptima y última iglesia profética, “Laodicea”, la época del juicio, previo al advenimiento del Señor Jesús. Es por eso que el quinto sello abarca estas últimas dos Iglesias proféticas.

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