TIEMPO DE REFLEXIÓN
“Si alguno tiene oídos,
oiga”. Apocalipsis 13. 9
Ésta es sin lugar a dudas
una de las declaraciones más inspiradoras que podemos encontrar en la Palabra
de Dios: "Si alguno". Es una invitación que se repite, al oído de
cualquiera para que escuche la Palabra de Dios, en cualquier momento, y en
cualquier época.
El apóstol Pablo también
escribió en Romanos 10.17 que la fe viene por el oír, y el oír por la Palabra
de Dios. Y también dice: "El que tiene oído, oiga."
Nos enfrentamos a la
posibilidad de ejercer la libertad de nuestra voluntad, y la libertad de la
elección. "Si alguno". Alguno quiere decir cualquier hombre,
cualquier persona. "Si alguno tiene oído".
¿No tenemos todos los seres
humanos, oídos?
Sí, naturalmente, pero hay
personas que no oyen, aunque tengan oídos. Hay personas que sencillamente no escuchan
lo que oyen.
Una gran cantidad de
personas necesitarían un audífono especial para escuchar la Palabra de Dios.
Pero no quieren oírla, porque no quieren saber nada de Dios, y rehúyen Su
Palabra.
Dios desea que por libre
elección y deseo prestemos oído a lo que Él, el Creador, el Autor y dueño de
todo el Universo quiere comunicarnos.
Ningún personaje famoso, ya
sea político, gobernante, ejecutivo de alguna multinacional, ninguno estaría
dispuesto a esperar pacientemente para que le concedamos unos momentos de
nuestro tiempo. Y sin embargo, así es nuestro gran Dios.
Atesoremos la palabra de
Dios en nuestros corazones para que ella guíe nuestro diario andar y vivamos
conforme a Su voluntad para obtener la corona de vida que Él nos prometió.
Dios les bendiga
abundantemente.
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