LECTURA
DIARIA:
Gálatas
capítulo 4
El
apóstol Pablo usa la ilustración de la esclavitud para mostrar que antes de que
Cristo viniera y muriera por nuestros pecados, la gente vivía esclavos de la
ley.
Pensando que podían salvarse por medio de ella, se esclavizaban al
intentar guardarla y fallar en su cumplimiento. Los que una vez fuimos
esclavos, ahora somos hijos de Dios y tenemos una relación íntima con El. Podemos
acercarnos confiadamente a Su presencia, sabiendo que nos recibirá como
miembros de su familia.
Dios
envió a Jesús a la tierra para morir por nuestros pecados. Por siglos los
judíos se preguntaban cuándo vendría el Mesías, pero el tiempo de Dios fue
perfecto.
Jesús
nació de una mujer, fue un ser humano. Nació como un judío, estaba sujeto a la
ley de Dios, y la cumplió en plenitud. De esta manera Jesús fue el sacrificio
perfecto, porque a pesar de que fue totalmente humano, nunca pecó. Su muerte
compró libertad para los que éramos esclavos del pecado y que pudiéramos ser
adoptados como miembros de la familia de Dios.
Bajo
la ley romana, un hijo adoptivo disfrutaba de todos los derechos legales
relacionados con las propiedades de su padre, incluso si anteriormente fue un
esclavo. No era un hijo de segunda clase, era igual a cualquier otro hijo,
biológico o adoptivo, en la familia de su padre.
Abba
es una palabra aramea que significa padre.
La
enfermedad de Pablo era una prueba que él sobrellevaba mientras visitaba las
iglesias en Galacia. Pablo elogió a los gálatas por no haberlo rechazado, a
pesar de que su condición era una prueba para ellos.
Pablo
temía que los gálatas hubieran perdido el gozo de su salvación por causa del
legalismo.
Pablo
no ganó popularidad cuando regañó a los gálatas por haberse apartado de su
primera fe en Cristo.
Estos
falsos maestros reclamaban ser autoridades religiosas, expertos en judaísmo y
cristianismo. Apelando a los deseos de los creyentes para hacer lo que es
correcto, los persuadieron a seguir. Pablo dice, sin embargo, que estaban
equivocados y que sus intenciones eran egoístas. Los falsos maestros, con
frecuencia, son respetables y persuasivos. Esa es la razón por la que todas las
enseñanzas necesitan ser analizadas a la luz de la Biblia.
Pablo
guió a muchas personas a Cristo y las ayudó a madurar espiritualmente. Como
padre espiritual sintió un interés profundo por sus hijos espirituales; y comparó
su dolor por la infidelidad de ellos al dolor del parto.
La
gente se salva por su fe en Cristo, no por lo que haga. Pablo hace un contraste
entre aquellos que son esclavos de la ley (representada por Agar, la mujer
esclava) y aquellos que son libres de la ley (representados por Sara, la mujer
libre). Agar abusó de Sara (Génesis 16.4) actitud que se asemejó a la
persecución de los cristianos judíos por los judaizantes, que insistían en el
cumplimiento de la ley a fin de ser salvos. Al final Sara triunfó porque Dios
cumplió su promesa de darle un hijo, así como aquellos que adoran a Cristo en
fe, también triunfarán.
Pablo
explicó que lo que sucedió con Sara y Agar es una alegoría o un cuadro de la
relación entre Dios y la humanidad.
Cristianos
son los que creen interna y externamente que la muerte de Jesús ha permitido
que Dios les conceda perdón y vida eterna como un don. Han aceptado ese don por
la fe como un regalo, y buscan vivir en gratitud obediente por lo que Dios ha
hecho por ellos. Cristianismo es tanto privado como público, creído en el
corazón y confesado con la boca. Nuestra relación con Dios y con el poder que
El provee resulta en obediencia. Habiendo recibido el don del perdón y la vida
eterna, somos desafiados diariamente a vivir con su ayuda.
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