Tiempo... 1 Corintios 16. 5 - 9

TIEMPO DE REFLEXIÓN

“Después de pasar por Macedonia, pues tengo que atravesar esa región, iré a verlos. Es posible que me quede con ustedes algún tiempo, y tal vez pase allí el invierno, para que me ayuden a seguir el viaje.

Esta vez no quiero verlos sólo de paso; más bien, espero permanecer algún tiempo con ustedes, si el Señor así lo permite. Pero me quedaré en Éfeso hasta Pentecostés, porque se me ha presentado una gran oportunidad para un trabajo eficaz, a pesar de que hay muchos en mi contra”.  1 Corintios 16. 5 - 9

Pablo hace planes para tratar de pasar a ver a los hermanos, pues como apóstol, siempre siente en su corazón la carga por aquellos a quienes Dios le ha dado el privilegio de compartir el mensaje, por eso e sus cartas siempre encontramos su disposición para servir, para ir y compartir con los creyentes.
Que él se quedara, era algo maravilloso, pues compartir con un apóstol, es algo que no se puede desperdiciar, compartir con un siervo de Dios o con un creyente verdadero es algo valiosísimo que no se debe desperdiciarse porque siempre encontraremos algo maravilloso en sus experiencias que pueda ministrar nuestras vidas y nos permita entrar en comunión con Dios.
Pablo sabe que sus planes no dependen de su designio, pues se ha entregado por completo a la obra del Señor, así que si Dios permite su regreso pasara a verlos.
Aunque ha dispuesto permanecer en Éfeso durante el pentecostés, pero no para su celebración ceremonial, sino por una oportunidad que se había abierto.
Pablo tenía un sentido de responsabilidad por la obra de Dios firme debido a su carácter fortalecido y dependiente del Señor, por eso a pesar de tener a muchos en su contra solo la verdad le mantenía en medio de toda adversidad. Donde haya una manifestación del poder de Dios, el mal no tardara en ponerse en marcha, en oposición.

Pero sabemos que si hacemos lo que Dios nos pide, Él nos cuidará y fortalecerá. No hay oposición que pueda detener a ningún siervo de Dios.

Dios les bendiga abundantemente.