domingo, 23 de junio de 2019

Leyendo... 2 Corintios capítulo 11



LECTURA DIARIA:
2 Corintios capítulo 11

Pablo usa la necedad Y la locura aparente para recalcar la necedad que otros toleran sin medida, sin discernimiento, las cuales aguantan sin quejas, ni argumentos.

El celo que surge de la naturaleza divina es diferente al que surge de la naturaleza carnal, porque el primero tiene el propósito claro de cuidar y guardar de la destrucción, el segundo conduce a la destrucción de la mente y la manipulación de las emociones.
La desobediencia y la rebeldía para con Dios, nacen en el pensamiento del hombre, Eva no tuvo que pronunciar palabra alguna para caer, solo permitió que sus pensamientos se desviaran del compromiso que tenía para con Dios primero y para con el hombre luego, un pequeño desvió del pensamiento le costó a la humanidad la perdida de la naturaleza divina y el adormecimiento del espíritu, solo Cristo pudo restaurar lo que la humanidad perdió.
Para algunos era más tolerable que les prediquen de un Jesús diferente, o un evangelio diferente, porque su alma les domina, van detrás de sus gustos y preferencias, no tras la verdad, prefieren a un Jesús humano porque les evitaría buscar la santidad, prefieren un evangelio ligero porque no complica sus vidas o prioridades, prefieren seguir sumergidos en la mentira que abrir los ojos y encontrarse cara a cara con la mentira que han creído.
Nadie puede comparar las habilidades, talentos, dones que se nos han entregado porque en su diversidad son únicos, nuestro llamado es diferente al igual que nosotros, en una mente reformada por la escritura no hay superioridad, ni ego, ni complejos de inferioridad, pues confiamos en el propósito de nuestro servicio y entrega a Dios, no en la opinión de los hombres.
Pablo reconoce que ha dedicado su servicio y ayuda para con la iglesia que hoy le da la espalda, apelando al servicio intachable que ha prestado para reconvenir a la iglesia a la verdad.
Aunque su servicio no represento ninguna carga para la iglesia, ni para nadie en particular, la iglesia aquí congregada parece haber olvidado el servicio y autoridad de Pablo.
Su batalla solo demuestra el amor profundo que siente por la iglesia, pues con su argumentación no intenta ponerse en primer lugar o buscar algunos privilegios, solo los exhorta a la verdad, para que no caigan en el engaño, por eso si están en Dios sabrán reconocer a su tiempo la verdad, aunque esta reprensión les incomode.
El mundo está lleno de falsas imitaciones de apóstoles que creen que por un titulo la iglesia debe reconocerles y llenarlos de riquezas, pues solo usan un disfraz para engañar con falsos argumentos a la iglesia, por eso debemos estar atentos a los frutos, por los cuales podemos reconocer la falsedad que hay en sus corazones, no son sus obras, milagros, señales las que deben reconocerlos, más bien debe ser su carácter.
Pablo menciona aquí, para no caer en el engaño, satanás tiene el poder para disfrazarse como ángel de luz, toda verdad debe ser puesta prueba por la Escritura, porque solo a través de ella la verdad permanece.
Muchos servidores de las tinieblas se disfrazan de servidores de justicia, mas sus obras tarde o temprano saldrán a la luz, por eso no han de ser reconocidos aquellos que por sus acciones sirven a la justicia, sino aquellos que en todo perseveran para ser perfeccionados por Dios en toda obra.
Pablo tiene muchas obras, y servicio de que ufanarse, y lo hace para responder a aquellos que se ufanan de las cosas del mundo, para permitirles entender que su ostentación no deja de ser fantasiosa y fútil.
Pablo aunque reconoce su insensatez al tratar de hacerles entender la verdad, pues se había vuelto común el que los servidores se atrevieran a dárselas de algo que no eran.
Entonces en su insensatez les muestra sus credenciales, solo para hacerles ver la verdad, algunos se creían superiores por su descendencia, lo cual Pablo deja sin fundamento, pues él también lo es.
Sin importar cuantas dificultades y sufrimientos ha padecido, Su testimonio es fiel y verdadero, más allá de ufanarse de las cosas de este mundo se ufana de su debilidad y de la fortaleza que Dios le ha dado para gloria Su gloria. Algunos pueden creer que servir es sinónimo de bendición y abundancia, pero dejan de lado estas escrituras que nos hablan de la muerte voluntaria de nosotros mismos, y del llevar la cruz en todo momento, como símbolo del servicio que prestamos en nombre de nuestro señor Jesucristo.
Pablo aunque ha sufrido persecución, continúa sirviendo con valor, pues sabe que su fortaleza está en Cristo, que su protección, vida y muerte están en las manos de Dios.

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