miércoles, 5 de junio de 2019

Tiempo... 1 Corintios 10. 12 - 15



TIEMPO DE REFLEXIÓN

“Por lo tanto,  si alguien piensa que está firme,  tenga cuidado de no caer. Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano.
  Pero Dios es fiel,  y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar.  Más bien,  cuando llegue la tentación,  él les dará también una salida a fin de que puedan resistir. Por tanto,  mis queridos hermanos,  huyan de la idolatría. Me dirijo a personas sensatas;  juzguen ustedes mismos lo que digo”. 
1 de Corintios 10. 12 – 15

Solo la intención de creer que estamos firmes muestra el orgullo que hay en nuestro corazón.
No debemos permitir que en nuestro corazón el orgullo halle cabida, para que no caigamos, porque cuando el orgullo llega, la nobleza y la humildad se apartan, y el orgulloso, solo puede esperar la caída, para que pueda comprender que el todo orgullo es vano.
Pablo nos recuerda que no somos inmunes al sufrimiento, que no hay porque temerle, ni llenarse de orgullo por soportar o tener alguna prueba, porque las pruebas llegan a todos, creyentes y no creyentes, por igual, más para los creyentes cada prueba debe aumentar su confianza en la fidelidad de Dios, pues debemos saber que no seremos probados más allá de lo que podemos aguantar, pues nuestra fortaleza es Cristo, y lo que aguantemos será consecuente con cuanto tenemos de Él en nosotros.
Si sucumbimos ante la prueba, es porque nos hace falta más de Él, y hay mucho de nosotros todavía.
Siempre ante la prueba o tentación habrá una puerta abierta, una salida que nos permitirá resistir, esa puerta es Cristo, y en la medida en que confiamos más en él, la capacidad para resistir cualquier embate será mayor.
No permitamos que nada en nuestro corazón nos domine, que ninguna pasión, deseo, anhelo, o apego por lo material o emocional, que nada, absolutamente nada nos quite el lugar que tiene o debería tener Dios en nuestros corazones, porque si lo permitimos entonces nos perderemos en aquello que nos domine.
Deberíamos ser sensatos, y prudentes para entender y poner por obra estas recomendaciones.
Dios les bendiga abundantemente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario