LECTURA
DIARIA:
2
Corintios capítulo 7
Las
promesas de que Dios morará entre nosotros, nos recibirá, y será nuestro Padre,
deben motivarnos para buscar la santidad, como debe ser, en el temor de Dios.
Pablo
hace notar que nadie en la iglesia de Corinto puede acusarle con justicia.
Aquí
Pablo resume la historia, donde indica que fue a Macedonia a buscar a Tito. Pablo
todavía pensaba que había muchos problemas que enfrentar; pero encontró
consuelo y gozo en el progreso del ministerio.
Cuando
habla de "La carta" se refiere a la tercera carta (aún extraviada)
que Pablo escribió a los corintios. Aparentemente, es la que motivó el inicio
del cambio en la gente.
"Porque
la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación" se
refiere a la tristeza por nuestros pecados que producen un cambio en nuestra
conducta. Mucha gente se entristece sólo por los efectos de sus pecados o por
haber sido descubiertos, esta es la "tristeza del mundo".
Pablo
sintió por un momento dolor porque los contristó, pero a causa de su
arrepentimiento, con sus eternos beneficios, ahora sentía gozo. La carta de
pablo no los perjudicó sino los ayudó.
La
enérgica reacción de los corintios fue estimulante para Pablo. Su profundidad
quedó evidenciada por la indignación hacia el ofensor y la ofensa, su alarma ante
la situación creada, el ardiente afecto demostrado a Pablo y la disposición de
hacer justicia. La iglesia también se opuso a los rebeldes.
Es
dificultoso ser confrontados por el pecado y mucho más lo es librarnos de él.
Pablo felicita a los corintios por haber confrontado y resuelto los problemas
que tuvieron.
No
debemos permitir que el orgullo evite que reconozcamos el pecado. Debemos
aceptar la confrontación como un medio para el crecimiento y corregir los
problemas que lo afectan.
Nuestra
limpieza comprende una acción doble, apartarnos del pecado y volvernos a Dios.
"Perfeccionando la santidad" significaba que los corintios no tenían
nada que hacer con el paganismo. Ellos hicieron un claro corte con el pasado y
se entregaron sólo a Dios.
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