TIEMPO
DE REFLEXIÓN
“Todo
esto lo hace un mismo y único Espíritu, quien reparte a cada uno según él
lo determina.
De hecho, aunque el cuerpo es uno solo, tiene muchos
miembros, y todos los miembros, no obstante ser muchos,
forman un solo cuerpo. Así sucede con Cristo. Todos fuimos bautizados
por* un solo Espíritu para constituir un solo cuerpo --ya seamos judíos o
gentiles, esclavos o libres--, y a todos se nos dio a beber de un
mismo Espíritu. Ahora bien, el cuerpo no consta de un solo miembro sino
de muchos”. 1 Corintios 12. 11 – 14
El
Espíritu Santo reparte a cada uno según su parecer, que en realidad proviene de
la sabiduría divina que convive en la trinidad.
Estos
dones deben ser descubiertos por el creyente en la medida en que su conocimiento
y revelación de la Palabra de Dios crecen también, muchos no conocen los dones
que les han sido conferidos por Dios porque no los conocen y no saben cómo
operan estos mismos, otros los tergiversan y termina no sirviendo a Dios, sino
como adivinos y otras cosas más.
Pablo
nos explica que en Cristo, la iglesia es un cuerpo, que debería comportarse
como tal, aprovechando cada don, ministerio para la edificación de la iglesia,
y aunque son muchos miembros, formamos un solo cuerpo, una unidad en él, pero
que manifiesta diferentes funciones, y servicios que debieran ser aprovechados
por todos, no solo por unos como sucede a veces.
Al
ser bautizados por el Espíritu, pasamos todos a constituir un solo cuerpo en
Cristo, sin importar nuestras credenciales, pues a todos se nos ha dado el
mismo espíritu en beneficio del cuerpo. El cuerpo funciona como la expresión de
Dios, como instrumento suyo para llevar a cabo su propósito, de igual manera
este concepto nos lleva a comprender como debe funcionar nuestro ser, cuerpo,
alma y espíritu, en donde el cuerpo es solo la expresión ultima de la voluntad
de Dios que nace en el espíritu del hombre, que es discernida por el alma y
llevada a cabo por el cuerpo.
El
cuerpo no es exclusivo, ni es único, como menciona Pablo, consta de muchos
miembros, los cuales entrelazados por la hermandad en Cristo, su mentalidad y
su Espíritu, pueden mantenerse unidos, cualquier síntoma de división o
contienda, es síntoma de inmadurez, u orgullo, todo lo que el cuerpo produce o
hace lo debe hacer para la gloria de Dios.
Dios
les bendiga abundantemente.
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