LECTURA
DIARIA:
2
Corintios capítulo 1
Pablo
comienza esta carta con un saludo formal, pero sus palabras estaban llenas de
sentido espiritual, y para los creyentes primitivos estas palabras podrían
llevar un sentido más profundo; por ejemplo, la palabra “paz” no se refería a
la paz humana, sino a la paz con y de Dios.
“Pablo” se identificó por nombre y,
a la vez, como “apóstol”, se refería a uno que era enviado por su superior a
una misión importante y definida.
Pablo
explica que él y sus compañeros sufrieron mucho por traerles "consolación
y salvación" a los corintios. Pero así como Dios consoló a Pablo, también
consolaría a los creyentes corintios cuando sufrieran por su fe. Él les daría la
fortaleza que perdura.
Pablo
no dice qué es lo que le sucedió al enfrentar "tribulaciones" en
Asia, aunque las narraciones de los tres viajes misioneros registran
dificultades de toda índole. El escribe que sintieron que perderían sus vidas y
se dieron cuenta de que no podían hacer nada para salvarse, simplemente tuvieron
que depender de Dios.
Pablo
pidió oración por sí mismo y por sus colaboradores que viajaban para difundir
el mensaje de Dios. Pablo sabía la importancia de la santidad y la sinceridad
en palabra y acción, especialmente en una situación como la de Corinto en la
que la crítica constructiva era necesaria. Así que no fue a ellos con un
conocimiento humano impresionante (palabras de sabiduría).
Pablo
había efectuado una visita breve y sorpresiva a Corinto, la que no fue muy
agradable ni para él ni para la iglesia. Después de esa visita, le dijo a la
iglesia que regresaría, pero tuvo que cancelar sus planes de viaje originales.
Sus
planes originales se basaban en que la iglesia resolvería sus problemas por sí
misma. Cuando llegó el momento en que Pablo debía decidir su viaje a Corinto,
sin embargo, la crisis no había sido superada del todo.
El
cambio de planes de Pablo motivó que algunos de sus acusadores dijeran que no
era confiable, esperando menoscabar su autoridad. Pablo les dijo que él no era
el tipo de persona que decía "sí", cuando en realidad quería decir
"no". También les explicó que no fue la indecisión, sino la
preocupación por sus sentimientos, lo que le obligó a cambiar sus planes.
La
razón de su viaje, llevarles gozo, pudiera no lograrse debido a la crisis
reinante. No quería visitarlos sólo para reprenderlos severamente.
Como
Jesucristo es fiel, Pablo también quiso serlo en su ministerio.
Pablo
menciona dos dones que Dios nos da cuando llegamos a ser cristianos: (1) un
sello de propiedad para mostrar quién es nuestro maestro y (2) el Espíritu
Santo como garantía de que le pertenecemos y recibiremos todos sus beneficios.
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