viernes, 4 de enero de 2019

Un momento... APRENDIENDO LA NUEVA VIDA DE DIOS



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
APRENDIENDO LA NUEVA VIDA DE DIOS

“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”. (Santiago 1. 5)

Moisés pasó cuarenta años en los desiertos de Madián, como pastor de ovejas. Aparentemente apartado para siempre de la misión de su vida, recibió la disciplina esencial para su realización.
Moisés había aprendido muchas cosas que debía olvidar.
 Las influencias que le habían rodeado en Egipto, el amor a su madre adoptiva, su propia elevada posición como nieto del rey, el libertinaje que reinaba por doquiera, el refinamiento, la sutileza y el misticismo de una falsa religión, el esplendor del culto idólatra, la solemne grandeza de la arquitectura y de la escultura; todo esto había dejado una profunda impresión en su mente entonces en desarrollo, y hasta cierto punto había amoldado sus hábitos y su carácter.
El tiempo, el cambio de ambiente y la comunión con DIOS podían hacer desaparecer estas impresiones. Exigiría de parte de Moisés mismo casi una lucha a muerte renunciar al error y aceptar la verdad; pero DIOS sería su ayudador cuando el conflicto fuese demasiado severo para sus fuerzas humanas.
Moisés estaba solo con DIOS. Los magníficos templos de Egipto ya no le impresionaban con su falsedad y superstición. En la soledad percibía la majestad del Altísimo, y por contraste, comprendía cuán impotentes e insignificantes eran los dioses de Egipto.
Allí fueron barridos su orgullo y su confianza propia. En la austera sencillez de su vida del desierto, desaparecieron los resultados de la comodidad y el lujo de Egipto. Moisés llegó a ser paciente, reverente y humilde, "muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra" (Números 12. 3), y sin embargo, era fuerte en su fe en el poderoso Dios de Jacob.  
Para recibir ayuda de DIOS, el hombre debe reconocer su debilidad y deficiencia; debe esforzarse por realizar el gran cambio que significa lo que el apóstol Pablo quiso expresar cuando dijo en Gálatas 2. 20: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios”
Muchos no llegan a la posición que podrían ocupar porque esperan que DIOS haga por ellos lo que él les ha dado poder para hacer por sí mismos.
Por eso es importante pasar tiempo con DIOS, conocer su Majestad y lo pequeño que somos en comparación nosotros. Desaprender los hábitos que hemos adquirido en el mundo que vivimos y renunciar a ellos, así como Moisés tuvo que renunciar a Egipto.
Vaciarnos de nosotros mismos para dejar que la nueva vida de DIOS empiece a fluir en nosotros y nos permita ser aquellos con los que DIOS soñó cuando Él nos creó.
Solo así cumpliremos el propósito de DIOS para nuestra vida.
Dios les bendiga abundantemente.

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