martes, 15 de enero de 2019

Tiempo... Mateo 8. 25


TIEMPO DE REFLEXIÓN


“Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: !Señor, sálvanos, que perecemos!” Mateo 8.25

Hay mucha gente que sabe que se está hundiendo pero no busca ayuda para salir del problema en el que se encuentra y lo más difícil es que ignoran esas situaciones que los están llevando a tocar fondo.
Si recordamos la película “El Titánic” cuando al barco ya se le estaba metiendo agua, y uno de los pasajeros le pregunto a un empleado: ¿Qué es lo que está pasando? a lo cual respondió el trabajador; todo está bajo control, duerma tranquilo, abríguese bien y vuelva a su dormitorio.
Y  es que a muchas personas les cuesta enfrentar la realidad que están viviendo y en vez de buscar ayuda, de humillarse ante Dios y de buscar un cambio dicen “todo está bajo control”; cuando en realidad sus vidas van cuesta abajo y todo va de mal en peor.
Los discípulos de Jesús se encontraban en la misma situación que el Titanic pero, la gran diferencia es que dentro de esa barca iba Jesús y los discípulos hicieron lo que muchos de nosotros no haríamos en situaciones como estas y fue que corrieron a Jesús, ellos sabían que su barca se estaba hundiendo, sabían que iban a perecer, sabían que iban a pasar a la historia pero, se acordaron que Jesús estaba en la barca y por eso corrieron a buscar la ayuda del Maestro.
Tal vez nuestro matrimonio, nuestra vida espiritual, nuestra economía, nuestro ministerio, nuestra salud, y nuestro corazón se han estado hundiendo en el fracaso, en el dolor y destrucción pero este es el día en el que debemos correr en busca de ayuda, este es el día en el que debemos humillarnos ante Dios, este es el día en el que debemos clamar con todo el corazón y decirle a Jesús, Señor necesito que intervengas en esta situación. Aun no es demasiado tarde para buscar ayuda con el propósito de no hundirnos.
Puede ser que el orgullo nos ha imposibilitado de pedir un consejo sabio de parte de Dios pero, hoy es el día de correr en busca de ayuda, hoy es día de quebrantar todo ese cascaron de apariencias y enfrentar la realidad de la Mano de Jesús y de aquellos que nos encaminen con consejos sabios y oportunos para la situación que estamos viviendo.
Muchos prefieren evadir los problemas que los están hundiendo y es por eso que terminan destruidos, pero no podemos irnos a fondo, ya que Jesús esta en nuestra barca y a nuestro lado.
Así que si nos estamos hundiendo busquemos ayuda y no nos quedemos con los brazos cruzados.
Dios les bendiga abundantemente.

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