TIEMPO DE REFLEXIÓN
"Estoy seguro de que Dios, que comenzó a hacer su buena obra en ustedes, la irá llevando a buen fin hasta el día en que Jesucristo regrese". Filipenses 1.6
Existe
una obra que se está edificando, y la gente la ve, y mira sus retos, sus
caídas, sus cambios. Esta obra es aquella persona que ha sido salvado por
Cristo. Pablo nos dice que hay una buena obra que el Señor está haciendo
en aquellos que creyeron en Cristo. La palabra de Dios nos dice que es “buena
obra”. Y cuando el Señor dice que es algo bueno, es en realidad bueno.
El
Ingeniero principal es Dios. Él es el creador de todo lo que vive, todo lo
humano y celestial. Pero, hay algo más. Este ingeniero, a través de su Hijo El
Señor Jesucristo, por medio de Él, todo fue creado.
A
aquellos que lo recibieron, le dio la potestad de ser llamados Hijo de
Dios (Juan 1.12) y ahora nos encontramos que además de esa gran verdad y
misericordia que nos ha ofrecido, Él dice que está obrando en cada uno de los
que creen.
En
la cruz, Cristo empezó una obra en el hombre, le dió una oportunidad de poder
creer en Dios y recibirle como su Señor y salvador.
El
empezó la obra, y definitivamente la completará, y dice que lo hará en el día
de Jesucristo.
Es
el día que Cristo regresará para llevarse a los suyos.
Él
es el dueño de la obra y como dueño no la dejará perder. Somos edificados, y es
el Señor que lo está haciendo.
Este
proceso se llama la santificación y se empieza a obtener una vez que hemos sido
salvo. Pero los ojos deben de estar en Cristo.
Este
ingeniero que se llama Cristo y que está edificando nuestra vida va a terminar
la obra y es por eso que no debemos menospreciar los cambios en nuestro diario
caminar. Esos cambios los está haciendo el Señor para conformarnos a Su
voluntad.
Esta
obra el Señor la hará para Su gloria y será para bendecirnos a nosotros.
La
gente al final podrá ver la obra que ha hecho el Señor, y todos verán el
producto del amor de Dios en nuestras vidas.
Dios
les bendiga abundantemente.
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