TIEMPO DE REFLEXIÓN
“Por último,
hermanos, oren por nosotros para que el mensaje del Señor se difunda
rápidamente y se le reciba con honor, tal como sucedió entre
ustedes.
Oren además para que seamos librados de personas perversas y
malvadas, porque no todos tienen fe. Pero el Señor es fiel, y él
los fortalecerá y los protegerá del maligno. Confiamos en el Señor de que
ustedes cumplen y seguirán cumpliendo lo que les hemos enseñado. Que el Señor
los lleve a amar como Dios ama, y a perseverar como Cristo perseveró”.
2 Tesalonicenses 3. 1 – 5
La oración que se hace de
corazón, con pasión por los que andan en oscuridad para que el mensaje pueda
difundirse conforme a la voluntad de Dios, es necesaria.
Tener fe no significa que
pueda creer tan solo, sino que exista una plena confianza en Dios y que a
través de ella pueda efectuarse en nuestras vidas una trasformación de muerte a
vida. Algunos aún creen que todos tienen la fe que proviene de Dios, lo cual no
es cierto, muchos pueden aparentar que creen solo para actuar con perversidad,
y maldad en medio de la obra. Por eso Pablo pide que le apoyen en oración para
no caer con este tipo de personas.
La fidelidad del Señor, no
se nota en cuanto nos libra de las situaciones adversa, sino que se evidencia
en la fortaleza de su pueblo en medio de ellas.
Quien vive en el amor de
Dios, vive confiado en el obrar y perfeccionamiento que Dios obra en la vida
del creyente para que ponga por obra todo lo que se le ha confiado
Su perfeccionamiento se
lleva a cabo en amor, el cual con perseverancia como la de Cristo debemos
alcanzar, al morir a nosotros mismos, porque el amor verdadero, hace que desaparezcamos
nosotros para que Él pueda verse.
Dios les bendiga
abundantemente.
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