miércoles, 31 de julio de 2019

Tiempo... 1 Timoteo 1. 3 - 7



TIEMPO DE REFLEXIÓN

“Al partir para Macedonia,  te encargué que permanecieras en Éfeso y les ordenaras a algunos supuestos maestros que dejen de enseñar doctrinas falsas  y de prestar atención a leyendas y genealogías interminables.
  Esas cosas provocan controversias en vez de llevar adelante la obra de Dios que es por la fe. Debes hacerlo así para que el amor brote de un corazón limpio,  de una buena conciencia y de una fe sincera. Algunos se han desviado de esa línea de conducta y se han enredado en discusiones inútiles. Pretenden ser maestros de la ley,  pero en realidad no saben de qué hablan ni entienden lo que con tanta seguridad afirman”.  1 Timoteo 1. 3 – 7

La falsa enseñanza de la verdad se extiende desde los comienzos hasta hoy, por ello Pablo se ve advocado a confrontar a los falsos maestros que predican en las iglesias en las cuales Pablo tiene algún grado de influencia.
Toda enseñanza mentirosa debe ser confrontada con la verdad, pues es ella la que al final dará su veredicto.
Las leyendas o historias fantasiosas, las genealogías que algunos se preocupan por demostrar son frecuentes, ellas se encuentran para distraer a aquellos que no pueden confiar por medio de la fe, con ellas muchos tratan de convencer a sus adeptos para engañarles y apartarles de la verdad.
La mentira evita que la obra de Dios, la trasformación del hombre pueda ser llevada a cabo, pues limita la confianza a la falsedad de sus creencias. La falsa doctrina tiende a generar desconfianza en la verdad y controversia en la mente de quien las sigue.
Cuando la fe obra en el corazón del hombre, este puede amar con un corazón que va siendo perfeccionado, limpiado por una conciencia atenta a la verdad, conforme a la confianza que experimenta.
Quienes no permiten ser perfeccionados por la verdad, el sufrimiento, y el amor, se enredan en discusiones, controversias inútiles.
¿Quién que ha sido confrontado por la verdad en un juicio de conocimientos puede convencer al otro de su postura?
Nadie. Solo un corazón de servicio y amor, pueden llegar a confrontar la mentira que se haya en el prójimo.
Son muchos los creyentes que se enfrascan en discusiones conforme a sus conocimientos limitados acerca de la verdad. Algunos se defienden con largos argumentos teológicos aplicando la lógica, pero en realidad pocos aplican en sus vidas aquello que predican. Pues para poder hablar de entender algo según la verdad, se necesita la autoridad que la da experiencia de vivir conforme a ella.
Dios les bendiga abundantemente.

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