LECTURA
DIARIA:
Colosenses
capítulo 1
El apóstol Pablo hace aquí una de las declaraciones más firmes acerca de la naturaleza divina de Cristo. Cristo no es solo igual a Dios, Él es Dios. No solo refleja a Dios, sino que también nos revela a Dios. Es el primogénito de toda la creación, esto nos revela su relación con el Padre, y Su posición en la Trinidad.
Como primogénito de toda la creación tiene la prioridad y autoridad, es supremo sobre toda la creación, incluyendo el mundo espiritual.
Todas las cosas fueron creadas por Él. Cristo participó en la creación como Creador.,
Él fue antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten. Eso quiere decir que Él mantiene la creación. Él la dirige y mantiene unido el universo. El Señor Jesucristo es el único que puede llevar a cabo esa obra.
Cristo es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia.
El versículo 18 es clave
en esta carta de Pablo a los Colosenses, ya que el énfasis de la carta es
Jesucristo como cabeza del cuerpo. Y añade que Él es el primogénito de entre
los muertos. Hasta hoy existe sólo un hombre que ha sido resucitado con un
cuerpo glorificado, Cristo. Por el momento todos los que han muerto en ËL, su
cuerpo está en una morada transitoria, esperando la venida del Señor, cuando
ese cuerpo resucitará en gloria.
Cristo era Dios cuando habitó en esta tierra, en ËL moraba toda su divinidad. Él era tan hombre como el mismo hombre; y Él es tan Dios como el mismo Dios.
ËL era el único que podía restaurar la relación rota entre Dios y él hombre, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. Dios puede perdonar porque la penalidad ya ha sido pagada, porque Jesús pagó y sufrió ese castigo por media de la sangre que derramó en la cruz.
La muerte de Cristo abrió el camino para que todos puedan llegar a Dios. Podemos tener paz con Dios y reconciliarnos al aceptar a Cristo, que murió en nuestro lugar.
Nadie es lo suficientemente bueno para salvarse a sí mismo, todos somos pecadores. Si queremos vivir por la eternidad con Cristo, debemos depender totalmente de la gracia de Dios.
Pablo estaba sufriendo en su cuerpo por amor al cuerpo de Cristo. Pero los sufrimientos de Pablo no tenían que ver con la redención, la obra de Cristo en la cruz era más que completa, como hemos visto antes. Pablo se refería a los sufrimientos del ministerio, prisión, soledad, persecución, injusticias que él tuvo que vivir como ministro de Cristo por Su iglesia.
Para que la Palabra de DIOS sea conocida por ellos y la vida de Cristo sea formada en cada uno de los creyentes. Pablo tenía el ministerio a los gentiles, la salvación de Dios a través de Jesucristo no era solo para los judíos, sino para todos.
Cuando Pablo predicaba el evangelio, predicaba a Cristo mismo, es decir, lo que Él ha hecho por nosotros en Su muerte y resurrección, y lo que va a hacer por nosotros en el futuro.
El deseo de cada persona que trabaja para la obra de CRISTO, es que Él actúe poderosamente en nosotros para difundir el mensaje del evangelio para que las personas puedan salvarse, y después formarlas en la fe.
Cristo era Dios cuando habitó en esta tierra, en ËL moraba toda su divinidad. Él era tan hombre como el mismo hombre; y Él es tan Dios como el mismo Dios.
ËL era el único que podía restaurar la relación rota entre Dios y él hombre, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. Dios puede perdonar porque la penalidad ya ha sido pagada, porque Jesús pagó y sufrió ese castigo por media de la sangre que derramó en la cruz.
La muerte de Cristo abrió el camino para que todos puedan llegar a Dios. Podemos tener paz con Dios y reconciliarnos al aceptar a Cristo, que murió en nuestro lugar.
Nadie es lo suficientemente bueno para salvarse a sí mismo, todos somos pecadores. Si queremos vivir por la eternidad con Cristo, debemos depender totalmente de la gracia de Dios.
Pablo estaba sufriendo en su cuerpo por amor al cuerpo de Cristo. Pero los sufrimientos de Pablo no tenían que ver con la redención, la obra de Cristo en la cruz era más que completa, como hemos visto antes. Pablo se refería a los sufrimientos del ministerio, prisión, soledad, persecución, injusticias que él tuvo que vivir como ministro de Cristo por Su iglesia.
Para que la Palabra de DIOS sea conocida por ellos y la vida de Cristo sea formada en cada uno de los creyentes. Pablo tenía el ministerio a los gentiles, la salvación de Dios a través de Jesucristo no era solo para los judíos, sino para todos.
Cuando Pablo predicaba el evangelio, predicaba a Cristo mismo, es decir, lo que Él ha hecho por nosotros en Su muerte y resurrección, y lo que va a hacer por nosotros en el futuro.
El deseo de cada persona que trabaja para la obra de CRISTO, es que Él actúe poderosamente en nosotros para difundir el mensaje del evangelio para que las personas puedan salvarse, y después formarlas en la fe.
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