LECTURA
DIARIA:
2
Tesalonicenses 3
Una
dura batalla de los poderes espirituales invisibles se está tramando bajo la
superficie de la vida cotidiana. Nuestra defensa principal es orar para que
Dios nos proteja del maligno y que nos haga fuertes.
Pablo
está escribiendo acerca de las personas indolentes. Les dice que cuando él y
sus compañeros estuvieron en Tesalónica, trabajaron duro para comprar lo que
necesitaban en lugar de ser una carga para algunos de los creyentes. La regla
que siguieron fue "si alguno no quiere trabajar, tampoco coma". Hay
diferencia entre descanso y ociosidad. El relajarse y recrearse provee un
balance necesario para nuestras vidas, pero cuando es tiempo de trabajar, los
cristianos deben ser diligentes en hacerlo.
Algunas
personas en la iglesia de Tesalónica habían sido enseñadas erróneamente que
debido a que la venida de Cristo podría tener lugar cualquier día, debían
abandonar sus responsabilidades, dejar de trabajar, no hacer planes para el
futuro y sólo esperar que llegara el Señor. Pero su falta de actividad sólo les
condujo al pecado. Se convirtieron en carga para la iglesia, la que tuvo que
sostenerlos, desperdiciando un tiempo valioso que pudo ser usado para ayudar a
otros; y se entrometieron con lo ajeno.
Estos
miembros de la iglesia quizás hayan pensado que serían más espirituales si no
trabajaban, pero Pablo les dijo que fueran responsables y que volvieran al
trabajo.
Ya
que sabemos que Cristo viene, debemos vivir de tal manera que nuestra fe y
nuestra vida diaria le agraden cuando Él llegue.
Entrometerse
en lo ajeno es chismear. La persona ociosa, que no trabaja, termina llenando su
tiempo con actividades nocivas, como chismear. Los rumores y habladurías son
tentadores y excita el oírlos y nos hacen aparecer como personas bien
informadas. Pero destruyen a las personas.
Pablo
aconseja a la iglesia a no apoyar económicamente ni reunirse con aquellos que
persisten en su ociosidad.
Pablo
no estaba aconsejando frialdad o crueldad sino la clase de amor firme que se debería
mostrar a un hermano o a una hermana.
La
carta de 2 Tesalonicenses es especialmente significativa para aquellos que
están siendo perseguidos o que están bajo presión por causa de su fe. En el
capítulo 1 se nos dice lo que el sufrimiento puede hacer por nosotros. En el
capítulo 2 se nos asegura la victoria final. En el capítulo 3 se nos anima a
vivir en forma responsable a pesar de las circunstancias difíciles. El regreso
de Cristo es más que una doctrina, es una promesa. Esta epístola no es sólo para
el futuro sino que tiene un impacto vital en la forma como vivimos hoy.
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