TIEMPO DE REFLEXIÓN
“Hermanos, en el
nombre del Señor Jesucristo les ordenamos que se aparten de todo hermano que
esté viviendo como un vago y no según las enseñanzas recibidas de nosotros.
Ustedes mismos saben cómo
deben seguir nuestro ejemplo. Nosotros no vivimos como ociosos entre
ustedes, ni comimos el pan de nadie sin pagarlo. Al contrario, día
y noche trabajamos arduamente y sin descanso para no ser una carga a ninguno de
ustedes. Y lo hicimos así, no porque no tuviéramos derecho a tal ayuda,
sino para darles buen ejemplo. Porque incluso cuando estábamos con
ustedes, les ordenamos”: El que no quiera trabajar, que tampoco
coma. “Nos hemos enterado de que entre ustedes hay algunos que andan de
vagos, sin trabajar en nada, y que sólo se ocupan de lo que no les
importa. A tales personas les ordenamos y exhortamos en el Señor
Jesucristo que tranquilamente se pongan a trabajar para ganarse la vida”.
2 Tesalonicenses 3. 6 - 12
No es sano convivir en todo
tiempo con alguien que no sigue el camino del Señor, pues tarde o temprano su
influencia negativa sobre nuestras vidas tendrá su resultado. Aunque esto no
debe alejarnos de aquellos que nos necesitan o necesitan de nuestro testimonio
de vida para ser tocados y transformados por el poder de Dios.
La ociosidad es un
comportamiento que engendra pereza y conflictos, por eso nadie que se dedica a
la obra, debe comportarse como tal.
A nadie le gusta tener un
parasito a su lado, y ningún siervo puede convertirse en eso, pues su
testimonio quedara sin soporte, por eso Pablo trabajaba para obtener su propio
sustento, no siendo de carga para los creyentes.
Su ejemplo de vida debe ser
tomado en serio por toda la iglesia, para no sobrecargar a los hermanos en la
fe, tan solo para cumplir las necesidades de un ministerio, aunque si todos
están de acuerdo en dar para el sostenimiento del ministerio como un derecho
que se ha ganado el siervo, entonces es digno de su salario.
Quien no trabaja solo
cultiva ocio y destrucción para su alma, por eso el trabajo es digno de su
recompensa.
Cuando la congregación y los
hermanos permanecen ociosos, en la vagancia entonces empiezan a ocuparse en
cosas inútiles, chismes y en cosas que nada edifican a la iglesia.
Dios nos exhorta a llevar
una vida honrosa ocupándonos para mantenernos enfocados y laboriosos en la
verdad y el amor.
Dios les bendiga
abundantemente.
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