TIEMPO
DE REFLEXIÓN
“Cuando
pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé,
compraron especias aromáticas para ir a ungirle.
Y muy de mañana, el primer día
de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol. Pero decían entre sí:
¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro? Pero cuando miraron,
vieron removida la piedra, que era muy grande. Y cuando entraron en el
sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa
blanca; y se espantaron. Mas él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús
nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar
en donde le pusieron. Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que él va
delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo. Y ellas se fueron
huyendo del sepulcro, porque les había tomado temblor y espanto; ni decían nada
a nadie, porque tenían miedo.” Marcos
16. 1 - 8
Cuando
nos levantamos de la cama para empezar una nueva jornada, ya sea de trabajo, de
estudio o de lo que vayamos a hacer cada día tenemos una rutina estipulada que
seguimos minuto a minuto, día tras día.
En
este pasaje nos encontramos a tres mujeres, a María la madre de Jesús, a María
Magdalena y Salomé que habían empezado su día muy de mañana. “Cuando pasó
el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé,
compraron especias aromáticas para ir a ungirle. Y muy de mañana, el primer día
de la semana, vinieron al sepulcro, ya salido el sol.” Vemos que las tres
habían quedado para ir a ungir el cuerpo del Señor. Había empezado la semana y
tenían que volver de nuevo a su rutina habitual pero vemos que deciden salir
muy de mañana, seguramente antes de la hora habitual que ellas empezaban su
rutina habitual para poder dedicar el tiempo necesario para ir a ungir el
cuerpo de Jesús y una vez hecho ya poder dedicarse a sus quehaceres cotidianos.
Pero
ellas tuvieron un encuentro divino una revelación que cambiaría la historia.
Que
importante es el separar un tiempo para poder dedicar a buscar a Dios en
intimidad. Y más importante el poder dedicar el primer tiempo de nuestro día y
poder presentarle a Él todo lo que va a acontecernos y poder hacer como iban a
hacer estas tres mujeres y presentarnos ante Dios para poder limpiar nuestras vidas
de ese polvo que se va pegando en el camino.
Cada
mañana, no importa a qué hora nos levantemos ni que es lo que vayamos a hacer
durante el día, hagamos como estas tres mujeres y busquemos a Dios y tengamos
un rato de intimidad con Él para poder presentarle nuestra vida y poder
alabarle y bendecirle.
Dios les bendiga abundantemente.
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