¡PELEA
PERO PELEA BIEN!
En
la lucha libre hay ciertos rangos y reglas. Hay unos luchadores que pelean
usando toda clase de trucos, mañas y trampas con tal de vencer, pero hay otros
que deben luchar limpiamente. Un punto bien común en los dos casos es que todo
luchador sea sucio o limpio necesita prepararse muy bien antes de enfrentarse
al opositor. Es que el lema tanto para el que pelea en el nivel de los
peleadores sucios o en el nivel de los peleadores limpios, es que ambos deben
pelear bien. El sucio pelea bien entre más sucio es, y el limpio pelea bien
entre más limpio pelea.
El
apóstol Pablo en algunos de sus escritos habla sobre cómo luchar, correr o
pelear. Por ejemplo dice que el atleta debe prepararse bien, se debe pelear la
buena batalla, no tirar golpes a la ventura o de balde, o al aire. Quien corre
o lucha debe no perder de vista la meta final para obtener la corona para no
ser descalificado.
“Pelea
la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo
fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos”. (1 de Timoteo 6.12)
En
fin, el lema de Pablo es, ¡Pelear bien la batalla! Pablo toma una realidad
conocida por la audiencia para enseñar una verdad espiritual que todos los
hijos de DIOS enfrentamos todos los días, una lucha espiritual, una guerra, una
batalla contra el diablo, el mundo y nosotros mismo. Si anhelamos vencer, es
necesario ¡pelear, pero pelear bien!
Esto
podríamos compararlo con la experiencia que Jesús mismo tuvo al inicio del ministerio
público, en el desierto donde fue tentado por satanás quien buscaba impedir que
Jesús llegase a la cruz. Satanás ataco en el lugar adecuado y en el momento más
crucial de la vida de Jesús, recién ungido como Hijo de DIOS, autorizado
oficialmente para cumplir la voluntad de DIOS, el inicio de la carrera final
donde seria declarado Rey de reyes. Sin embargo, Jesús respondió con oración y
Palabra de DIOS. (Mateo 4. 1 – 11)
Para
vencer en la vida cristiana debemos estar bien preparados con la oración y la
Palabra.
Un
punto relevante es que Jesús siempre se propuso hacer la voluntad de DIOS, y sabía
que solo era sometido a DIOS que no había otra forma de hacer Su voluntad que
no fuera el morir en la cruz.
Comparemos
esta parte en los tres libros sinópticos para apreciar que Marcos resume una
vez lo que Jesús dijo 14.35, Mateo cita lo que Jesús dijo en dos veces 26.39,42
y Lucas cita a Jesús pero solo una vez 22.42. Lo curioso es que cada uno tiene
un tono diferente, pero los tres expresan el compromiso de Jesús de hacer la
voluntad de DIOS.
Eso
es pelear bien, pelear en obediencia a DIOS.
Es
necesario volver la mirada al ejemplo de Jesús, el obtuvo la victoria sobre la
tentación (pelea) más grande, más desafiante y más profunda que alguien puede
enfrentar, y él la venció por medio de la oración, porque busco la ayuda de
DIOS, y porque se propuso hacer solo la voluntad de DIOS.
Peleemos
la vida cristiana sometidos a la voluntad de DIOS.
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