CORAZÓN
AL DESCUBIERTO
Una
de las cosas más difíciles de hacer es descubrir lo que hay en el corazón.
Hacerlo no solo es una demostración de humildad y transparencia, sino de valor
y honestidad.
¿Qué
hay en tu corazón? Porque la Biblia dice que por sobre todas las cosas
guardadas, el corazón es lo que más se debe custodiar.
Pero,
¿Por qué cuidar tanto el corazón? La Biblia dice que es el centro del hombre
interior, y que en este reposa el Espíritu Santo, es lo que DIOS transforma o
cambia cuando se cree en Jesús como Salvador personal.
La
Biblia dice que del corazón salen los buenos y malos pensamientos, que en el
corazón anidamos muchas cosas, y desnudar el corazón es saludable cuando hay un
propósito sano y pedagógico.
El
apóstol Pablo en 2 de Timoteo 4.9 – 22, al despedirse de su discípulo, expone
sus vivencias. Con humildad, transparencia, valor y honestidad descubre su
corazón ante DIOS y todos sus lectores sin temor a ser cuestionado o criticado.
Lo
importante en este acto de despedida es el propósito por el cual lo hace,
expresar lo que ha vivido en los últimos días de su vida para animar a Timoteo
a mantenerse fiel a DIOS a pesar de todo.
Las
confesiones que hace no es porque este resentido, sino para mostrar su con
humildad y autoridad lo que ha vivido. Escuchar de labios de Pablo tales cosas,
debe llevarnos a una profunda evaluación de nuestra vida, porque también
podríamos estar cometiendo alguno de esos errores que cometieron los que lo
abandonaron. Lo positivo de esto es que en vez de guardar rencor, los errores
de otros, podamos convertirlos en oportunidades de proyección.
Una
característica sana de un buen persona que influye en otros es que no solo
confronta sino que confirma. En este pasaje, Pablo hace uso de estas dos
maneras de seguir formando a sus líderes, una al declararles sin tapujo los
errores cometidos, pero con el propósito de convertirlos en oportunidades para
mejorar.
La
otra parte es que Pablo confirma, felicita y reconoce las virtudes los siervos
que colaboraron con él, que no es otra cosa que enfatizar las convicciones
cristianas. Hacer esto es motivar a proyectarnos para ser mejores y practicar
las convicciones y los valores que contribuyan al cumplimiento de la tarea que
en la primera parte del capítulo 4 encargó a Timoteo.
Generalmente,
cuando una persona se despide de las personas que ama, es honesto al
recomendarles no seguir haciendo aquello que esta malo. Pero también, es
sincero al felicitar, admirar y señalar las cosas buenas que las personas han
hecho. Decirle a alguien que lo abandono cuando más lo necesitaba, que le fallo
aun cuando confiaba en él, es tener carácter, y ser honesto. Pero qué bueno es
felicitar, admirar y reconocer las virtudes de los demás. Ambas cosas son
productos de una evaluación que nos obliga a la proyección.
Así
que, de vez en cuando, desnudemos nuestro corazón delante de DIOS y los demás.
La
confrontación y la confirmación son dos aspectos que ayudan a la buena formación
de una persona y es una clara demostración de quien tiene carácter.
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