LECTURA
DIARIA:
Isaías
capítulo 5
Este
bello «cántico de la viña» es un ejemplo del sublime estilo poético de Isaías,
altamente apreciado por la literatura mundial. En esta alegoría, mi amado
representa a Jehová, y la viña a Israel y a Judá.
La
lección de la viña muestra que la nación escogida por Dios debía dar fruto para
llevar a cabo su obra, para defender la justicia. Produjo fruto, pero este fue
ácido y malo. Este pasaje utiliza un juego de palabras: las palabras hebreas
que se traducen juicio y vileza suenan muy parecidas, así como las empleadas
para justicia y clamor. Jesús dijo: «Por sus frutos los conoceréis». ¿Ha
examinado últimamente su propio «fruto»? ¿Es dulce o ácido?
Dios
esperaba que Israel y Judá fuesen un pueblo obediente, santo y dispuesto a dar
testimonio de su fe.
Pero
la gente produjo frutos de engaño, injusticia e idolatría, en lugar de dar
testimonio a las naciones vecinas; y ello a pesar del amor y las bendiciones
recibidas de Dios.
El
juicio de Dios permitiría a los invasores paganos hollar la fértil tierra
prometida a su pueblo. Israel cayó ante Asiria en el 721 a.C.; Judá cayó ante
Babilonia en el 586 a.C.
La
interjección ¡ Ay ! se pronuncia seis veces, con un tono fúnebre, en relación
con Israel y Judá. Se especifican sus pecados: codicia y autoindulgencia;
embriaguez agresiva; vanidad desafiante; perversión moral; presunción;
perversión de la justicia. Como resultado de estas cosas, Dios llamará a un
país vecino que invadirá, devastará y llevará al pueblo cautivo.
Los
héroes de la nación, «su gloria», sufrirían la misma humillación que la gente
común. ¿Por qué? Porque vivieron de acuerdo a sus propios valores y no según
los de Dios.
Los
gobernantes de Israel y Judá estaban tan identificados con el pecado, que lo
arrastraban consigo a donde quiera que iban.
El
pueblo sufrió debido a que rechazó la ley de Dios.
Este
pasaje describe lo que Dios haría si el pueblo lo desobedeciera. Asiria comenzó
a atormentar a Israel durante el reinado de Acaz (735-715 a.C). Este fuerte
agresor destruyó el reino del norte en 722 a.C. y dispersó al pueblo en todo su
imperio. El pecado tiene sus consecuencias. Si a lo mejor no son inmediatas,
vendrán de todas maneras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario