LECTURA
DIARIA:
Cantar
de los cantares 6
La
joven dijo que ella y su amado se pertenecían el uno al otro, se entregaron
mutuamente sin reservas. No importa cuán compatibles seamos con nuestros padres
o nuestros mejores amigos, solo en el matrimonio existe una unión completa de
mente, corazón y cuerpo.
La
escena del versículo 4 exalta el maravilloso poder real de la sulamita y da
testimonio de su magnífica apariencia. Sus dos capitales, Tirsa (la primera de
las capitales del reino del norte) y Jerusalén, manifiestan su amorosa
majestad. Las reinas, concubinas y doncellas alaban a la sulamita porque ésta
las representa.
Tirsa
era una ciudad que estaba aproximadamente a 55 km al noreste de Jerusalén. Su
nombre significa «placer» o «belleza». El rey Jeroboam convirtió a Tirsa en la
primera capital del reino dividido del norte. «Imponente como ejércitos en
orden» significa que la amada quizás tenía una presencia deslumbrante, como un
gran ejército listo para la batalla.
Salomón
sí tuvo muchas esposas y concubinas. La poligamia, aunque Dios no la apoyaba,
era común en los días del Antiguo Testamento. Salomón dice que su amor por esta
mujer no había disminuido desde la noche de bodas, aun cuando tenía muchas
otras mujeres a su disposición.
Esta
sección trata de los intentos de Salomón de reconquistar el amor errante de la
sulamita. Su ardiente ruego, vuélvete, vuélvete , tiene como trasfondo al
errante pueblo de Dios, algo a lo que se refiere cuando menciona a Mahanaim,
los dos campamentos . Mahanaim es el nombre que recuerda un gran acontecimiento
en la historia del pacto, el cual marcó el retorno de los hebreos,
representados por la familia de Jacob, a su tierra. Aquí Jacob recibe su nuevo
nombre: «Israel», «Príncipe de Dios», el nombre de Dios unido al de Jacob.
Manahaim magnifica la gracia y la verdad al comparar la insignificancia de
Jacob a su partida de la tierra, con sólo un cayado entre las manos, con su
exitoso regreso posterior
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