LO
QUE HOY PASA PERO NO DEBERÍA SER ASÍ
Desde
hace mucho tiempo han existido ciertos movimientos teológicos y filosóficos en
cuanto a identificar lo que es absoluto o relativo, más cuando se refiere a la
verdad o a lo que es bueno lo que es malo.
Hay
que reconocer que la verdad que para algunos es absoluta y que lo que es bueno
para algunos, para otros la verdad es relativa y lo bueno puede ser malo. Con
todo esto, hay verdades que son absolutas en todas partes del mundo. Por
ejemplo, que el sol es caliente, que hay más agua que tierra en el planeta
tierra.
Sin
embargo, la existencia de DIOS para unos es una verdad incuestionable, pero
para otros es relativa.
Aquí
es donde entra la palabra de DIOS escrita por el profeta Isaías que revela una
triste realidad que no solo en ese tiempo se daba, sino que hoy también pasa,
pero no debe ser así.
Dice
Isaías 5:20 “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a los bueno malo; que
hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por
dulce, y lo dulce por amargo!”.
La
sociedad en que vivimos se le ha cruzado la dirección de los sentidos, el
sentido del gusto, olfato y de la vida no les está funcionando adecuadamente,
como pasaba en el tiempo de Elías. Los sentidos no están respondiendo a lo que
realmente de acuerdo a la verdad de las cosas, y todo porque desde el corazón y
la mente está el gran descontrol, no hay temor a DIOS.
Por
ejemplo, esto que le pasaba al pueblo de Israel y que está pasando en un gran
porcentaje de la sociedad actual y aún en un buen porcentaje de los mismos
cristianos. Si uno ve (vista) una frutilla, y la toca (tacto) de inmediato dirá
que es una frutilla aunque no la haya comido (gusto), pues muy poco olor tiene
para identificarla como frutilla, pero es suficiente la información para
afirmar que eso es una frutilla. Pero qué
pasaría si los sentidos se cruzan y responden diferente, los ojos ven la
frutilla, y al tocarla, la boca dice que es una naranja o un durazno o una
manzana.
Hay
diferencia de tamaño, color, olor, pero la boca dice, esa no es frutilla, esa
es una manzana. De igual manera, muchos han cambiado, y a lo bueno le llaman
malo y a lo malo le dicen bueno.
La
Biblia dice que el divorcio no es permitido, que el doble matrimonio no es
permitido mientras estén en vida los cónyuges, pero muchos, aun pastores e
iglesias dicen que esto no es malo. Muchos dicen que el aborto no es malo, es
derecho de los humanos, cuando la Biblia dice, no matarás. Muchos dicen
mentiras que parecen verdad, pero no les preocupa porque dicen que era una
mentira necesaria, cuando la Biblia dice no mentirás.
Hay
personas que roban y dicen que lo hacen por necesidad, por lo tanto no es malo,
pero la Biblia dice, no robarás.
Esto
parece interminable, y es solo unos ejemplos de cómo nosotros los seres humanos
del siglo XXI no somos tan diferentes al razonamiento filosófico de los
teólogos liberales del siglo XIX ni del pueblo rebelde de Israel.
Que
los no cristianos no sepan diferenciar entre lo que es bueno y lo que es malo,
es aceptable. Sin embargo, lo triste de todo es que tal influencia liberal de
ver las cosas tan a la ligera, de ver la injusticia con frialdad, de ver el
pecado como algo normal, se ha infiltrado en las iglesias como un tsunami que
no respeta valores, principios, identidad, credos, y credenciales de fe. Un
gran porcentaje de los cristianos de este tiempo no saben defender la verdad
porque no están seguros de que lo que creen es la verdad. Viven el evangelio,
la fe cristiana, asisten a los templos, cantan alabanzas, hablan con otras
personas, se levantan por las mañanas, se van a sus camas, se sientan a la mesa
de los alimentos sin mucha convicción, hay una falta de entrega a vivir y
defender la verdad absoluta de la Palabra que cualquiera dudaría de nuestra fe
con tan solo vernos.
Tengamos
cuidado, todo lo que dice la Biblia es verdad y no puede relativizarse. En la Biblia
hay mandamientos, que desobedecerlos es pecado, y hay prohibiciones que el no
cumplirlas significa pecar contra DIOS. Lo malo es todo aquello que va en contra
del carácter de DIOS, es todo lo pecaminosos, y lo bueno es todo aquello que
está de acuerdo al carácter de DIOS y que glorifica a DIOS.
Aunque
veamos que los demás lo hacen así, nosotros que somos hijos de DIOS no lo debemos
hacer, aunque nos digan que no es malo, debemos ser diferentes, debemos honrar
a DIOS en todo.
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