LA
DISCIPLINA A TIEMPO
En
cuanto a la disciplina hay dos posiciones opuestas, más cuando se refiere a la
disciplina física o verbal. Están quienes apoyan la posición que a los hijos se
los debe disciplinar en todo y por todo con la intención de que estos aprendan.
Por el otro lado están los que se oponen a toda clase de castigo físico y
verbal porque eso va contra los derechos del niño y esto puede traer
consecuencias en su desarrollo normal y educacional.
Sin
embargo, la Biblia propone claramente que la disciplina es necesaria,
importante y beneficiosa. Solo que esta debe ser aplicada a tiempo, con
propósitos correctivos, con una visión preventiva, y de una manera adecuada.
En
la actualidad es conocido que muchos profesionales se oponen a toda clase de disciplina
que pueda incomodar al hijo o violar los derechos del niño. Entre ellos están
los psicólogos, los padres despreocupados e irresponsables y también están una
gran cantidad de personas liberales que no les importa más que solo darles
libertad a los hijos.
Por
supuesto que es necesario señalar que hay padres que abusan de sus hijos al
castigarlos de manera incorrecta, con objetos peligros, en los lugares más
delicados, y con palabras ofensivas, dañinas, y con malos ejemplos. Esto es lo
que promueve la violencia, la delincuencia, el libertinaje, la anarquía en la
sociedad, el deterioro de los valores, la desintegración familiar, y la
corrupción en la sociedad.
El
punto clave es encontrar el equilibro entre los dos extremos. Y ese equilibro
es lo que la Biblia enseña, una disciplina a tiempo, preventiva, correctiva,
educacional, con propósito, y bien aplicada.
Estos
son algunos de los proverbios que hablan sobre el tema, Proverbios (13.14,
19.18, 20.30, 22.15, 23.13-14, 29.15,17) que unido a Efesios 6.4 se concluye
que la disciplina ha de ser aplicada con amor, serenidad, con propósitos
educativos y correctivos.
Algunos
principios importantes a tomar en cuenta en el momento de considerar la
disciplina. Primero, la disciplina es preventiva, pero debe ser aplicada a
tiempo. La palabra utilizada para castigo tiene que ver con corregir algo que
esta incorrecto, y es el pago merecido por algo hecho, que en este caso es
consecuencia de lo que se hizo.
Con
todo, la frase “en tanto que hay esperanza” debería unirse con Proverbios 22:6:
Instruye al niño en su camino: “Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”. Implica
que hay un tiempo adecuado para disciplinar porque a los hijos les servirá, y
ellos lo recibirán, cuando son pequeños. Segundo, la disciplina debe estar
acompañada con la instrucción de valores que contribuyen a la formación
integral de los hijos.
Un
tercer principio es que quien disciplina debe recordar que no es para dejar
caer en el hijo todo su enojo, rabia, furia, porque no lograra el propósito de
corrección. No se debe disciplinar cuando se está enojado o furioso, y no hacer
del hijo víctima de los problemas matrimoniales o laborales. La disciplina no
es para destruir sino para dar vida, prevenir, advertir, formar, corregir, y
ayudar. Cuando la disciplina es apropiada, justa, amorosa, paciente, y
correctiva, el hijo la recibe y de esa manera se está ayudando a los hijos
“para que seas sabio en tu vejez” (19.20).
Es
probable que muchos psicólogos, y aun la filosofía educativa de muchos países
no estarán de acuerdo que a los hijos se les debe disciplinar aun físicamente
cuando esto es necesario porque la Biblia lo dice, porque DIOS lo ordenó, DIOS
es perfecto sabe lo que dice. Solo que nosotros los humanos no debemos abusar
al disciplinar a los hijos incorrectamente, eso debe ser castigado, porque hay
padres que maltratan en vez de educar.
El
consejo es disciplinar a los hijos en la manera como la Biblia enseña, con
propósitos correctivos, preventivos y visionarios.
Si queremos
ser padres responsables debemos obedecer lo que dice la Palabra de DIOS sobre
cómo educar a nuestros hijos.
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