EL
PELIGRO DE ESTAR EN EL LUGAR EQUIVOCADO
¿Alguna
vez ha estado en un lugar equivocado? ¿Se ha encontrado alguna vez en un lugar
sin salida? ¿Alguna vez ha intentado salir de un laberinto?
La
vida es como un laberinto con muchas avenidas, todas parecen iguales,
inofensivas y atractivas. Aparentemente, vivir en este mundo es fácil tal como
se ve un laberinto, todos los caminos parecen llevarnos a la salida, mas no es
verdad, porque solo uno es el que nos da la salida.
La
Biblia dice: “Hay caminos que al hombre le parecen rectos pero su final es la
muerte”. Proverbios 14.12
El
hombre ha inventado y creado muchos caminos que parecen correctos pero al ser
pesados en la balanza de la Palabra de DIOS, están torcidos. El camino de la
religiosidad, el camino de las buenas obras, el camino de la moralidad, el
camino de la tolerancia, el camino de la generosidad, el camino de la ética, el
camino de la hermandad, el camino de la ciencia, el camino de los derechos
humanos, el camino de la incredulidad, el camino de la libertad,
autorrealización, autosuficiencia, y prosperidad, etc.
Vivimos
en un mundo que parece un laberinto, todo mundo dice estar en el camino
correcto que conduce a la salida. Es tan confuso para muchos identificar el
verdadero camino, que prefieren quedarse donde están, en el lugar equivocado.
Se ha perdido de vista los valores espirituales, las convicciones morales, los
principios eternos, absolutos bíblicos y los han cambiado por las cosas de este
mundo.
Este
mundo ha llegado a cumplir la Palabra de Isaías 5.20 donde a lo bueno le llaman
malo y a lo malo lo consideran bueno.
Por
ejemplo, ¿Es correcto bíblicamente el divorcio, el homosexualismo, el
lesbianismo, los juegos de azar, las guerras, las clonaciones, la eutanasia,
los abortos, matrimonios entre dos hombres, etc.?
Ya
hay defensores de entre iglesias liberales, donde no les importa traicionar los
valores de DIOS, las convicciones eternas, el llamado a la santidad y la
identidad como hijos de DIOS con tal de complacer el capricho de unos extraviados
espirituales y rebeldes sin escusa.
Sin
embargo, solo hay un camino que nos saca del confuso laberinto del mundo, ese
único camino es Cristo, él dijo: “Yo soy el Camino, la Verdad, y la Vida, nadie
viene al Padre si no es por mí”. Juan 14.6
Recordemos,
cuando defendemos la bandera que hace triunfar el mal, lo injusto, lo que está
en contra de DIOS y su Palabra, estamos en el lugar equivocado.
Cuando emitimos un juicio o decimos algo contra
alguien sin ser verdad, por motivación de la carne, estamos obedeciendo a satanás
y por consiguiente, no estamos buscando agradar a DIOS sino agradarnos a
nosotros mismos. Eso es pecado, y es permanecer en la incredulidad, en la vida
sin cambios, en el camino y lugar equivocado.
No
defendamos lo que es malo, no justifiquemos las acciones incorrectas, aceptemos
cuando hemos fallado, pidamos perdón y estaremos en el lugar correcto.
Cuando
veamos a otros cometer pecado, con amor, humildad y respeto hablemos con
ellos con el propósito de ayudarlos. No
hacerlo es volverse cómplice de esos pecados y DIOS nos pedirá cuentas por
ello.
Cuidemos
nuestra lengua, nuestro testimonio, nuestra
santidad, madurez espiritual y relación con DIOS. No dejemos que satanás nos
induzca a decir lo que no debemos decir y hacer lo que no debemos hacer.
El
cristiano que está en el lugar adecuado donde DIOS quiere que esté, estará
siempre en la cabeza y no en la cola. Será un vencedor, porque DIOS lo afirma
así.
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