LA
SABIDURÍA ES MEJOR QUE LAS MAÑAS Y LA FUERZA
“Entonces dije yo: Mejor es la sabiduría que la
fuerza, aunque la ciencia del pobre sea menospreciada, y no sean escuchadas sus
palabras. Las palabras del sabio escuchadas en quietud, son
mejores que el clamor del señor entre los necios. Mejor es la sabiduría que las armas
de guerra; pero un pecador destruye mucho bien”. Eclesiastés 9. 16 - 18
Un
interesante pasaje es este, en la versión internacional dice “más vale maña que
fuerza”. La maña podría traducirse por truco, trampa, por lo tanto no es
bueno hacerlo.
Pero
también, hacer las cosas a la fuerza o por fuerza, no es bueno. Ambas
maneras de hacer las cosas las desaprueba DIOS, y van en contra de las reglas
naturales y de la ética bíblica. Por ejemplo, hacer un truco en una
carrera de atletas, o correr haciendo mañas, al ser descubierto es
descalificado inmediatamente.
Lo
que dice Salomón es que en esta tierra de humanos no siempre ganan los veloces,
los valientes, los inteligentes, ni los mejores líderes, sino los que hacen
trucos, trampas, o mañas.
Muy
famosa se ha hecho la palabra “amañado” hay juegos deportivos amañados,
jugadores amañados, competencias amañadas, directores técnicos amañados. La
palabra puede aplicarse aun a niveles, políticos, religiosos, educativos,
etc.
Actuar
con trucos o mañas es una tendencia natural de la carne, que está en contra de
DIOS. Ha habido y hay profesores amañados, policías amañados, negociantes
amañados, cristianos amañados, pastores amañados, evangelistas amañados, son
todos aquellos que con tal de alcanzar algo utilizan un truco, trampa,
artimaña, o sencillamente no son honestos, sino interesados por lo que actúan
impulsados por la carne y no por el Espíritu.
Toda
clase de tiempo, circunstancia, oportunidades, y desafíos vendrán a buenos como
malos, a sabios como a no sabios, a toda clase de persona.
Estos
diferentes tiempos llegan de sorpresa, no avisan, y frecuentemente llegan
trayendo sufrimiento, presión, o crisis que obligan a tomar decisiones.
Y en
estos casos, las mañas y las armas no son suficientes para sobrevivir, es
necesario algo más, y esta es la sabiduría.
En
el pasaje, Salomón dice que es mejor la sabiduría que todo, sea esta la fuerza,
los trucos, las mañas, y la misma guerra.
En
la vida cristiana no se nos es permitido ser amañados, actuar con trucos,
trampas, o mañas, sino con honestidad, verdad, y sinceridad.
Ya
tenemos la sabiduría de DIOS, por lo tanto, al hablar pensemos bien lo que
hablaremos, no dejemos de decir la verdad solo que acompañémoslo con amor y
sabiduría.
Cuando
se pretende alcanzar algo, no lo hagamos motivados por la carne, sino guiado
por el Espíritu, busquemos siempre agradar a DIOS, edificar a los demás, y dar
un buen testimonio de sabiduría en Cristo. La fuerza no es
mejor que la inteligencia, y las mañas jamás deben sustituir a la honestidad,
verdad, y sabiduría.
Cuando
se es temeroso de DIOS, se es sabio en todo, humilde, amamos a todos aun cuando
no todos nos amen, saludamos a todos aun cuando no todos merecen nuestro saludo,
sonreímos a todos aun cuando algunos nos ignoran. Actuar con sabiduría, amor,
educación, amabilidad es cosa de temerosos de DIOS.
Quien
no actúa así, algo malo hay en su vida que no está agradando a DIOS. No siempre
es mejor el que llega primero, el que gana el primer lugar, el que habla mejor
y el que viste mejor.
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