domingo, 8 de abril de 2018

Un momento... LA SABIDURÍA ES MEJOR QUE LAS MAÑAS Y LA FUERZA




LA SABIDURÍA ES MEJOR QUE LAS MAÑAS Y LA FUERZA

“Entonces dije yo: Mejor es la sabiduría que la fuerza, aunque la ciencia del pobre sea menospreciada, y no sean escuchadas sus palabras. Las palabras del sabio escuchadas en quietud, son mejores que el clamor del señor entre los necios. Mejor es la sabiduría que las armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien”.   Eclesiastés 9. 16 - 18
Un interesante pasaje es este, en la versión internacional dice “más vale maña que fuerza”.  La maña podría traducirse por truco, trampa, por lo tanto no es bueno hacerlo.

Pero también, hacer las cosas a la fuerza o por fuerza, no es bueno.  Ambas maneras de hacer las cosas las desaprueba DIOS, y van en contra de las reglas naturales y de la ética bíblica.   Por ejemplo, hacer un truco en una carrera de atletas, o correr haciendo mañas, al ser descubierto es descalificado inmediatamente.
Lo que dice Salomón es que en esta tierra de humanos no siempre ganan los veloces, los valientes, los inteligentes, ni los mejores líderes, sino los que hacen trucos, trampas, o mañas.  
Muy famosa se ha hecho la palabra “amañado”  hay juegos deportivos amañados, jugadores amañados, competencias amañadas, directores técnicos amañados. La palabra puede aplicarse aun a niveles, políticos, religiosos, educativos, etc.  
Actuar con trucos o mañas es una tendencia natural de la carne, que está en contra de DIOS. Ha habido y hay profesores amañados, policías amañados, negociantes amañados, cristianos amañados, pastores amañados, evangelistas amañados, son todos aquellos que con tal de alcanzar algo utilizan un truco, trampa, artimaña, o sencillamente no son honestos, sino interesados por lo que actúan impulsados por la carne y no por el Espíritu.
Toda clase de tiempo, circunstancia, oportunidades, y desafíos vendrán a buenos como malos, a sabios como a no sabios, a toda clase de persona.  
Estos diferentes tiempos llegan de sorpresa, no avisan, y frecuentemente llegan trayendo sufrimiento, presión, o crisis que obligan a tomar decisiones.  
Y en estos casos, las mañas y las armas no son suficientes para sobrevivir, es necesario algo más, y esta es la sabiduría. 
En el pasaje, Salomón dice que es mejor la sabiduría que todo, sea esta la fuerza, los trucos, las mañas, y la misma guerra.
En la vida cristiana no se nos es permitido ser amañados, actuar con trucos, trampas, o mañas, sino con honestidad, verdad, y sinceridad.
Ya tenemos la sabiduría de DIOS, por lo tanto, al hablar pensemos bien lo que hablaremos, no dejemos de decir la verdad solo que acompañémoslo con amor y sabiduría.   
Cuando se pretende alcanzar algo, no lo hagamos motivados por la carne, sino guiado por el Espíritu, busquemos siempre agradar a DIOS, edificar a los demás, y dar un buen testimonio de sabiduría en Cristo.    La fuerza no es mejor que la inteligencia, y las mañas jamás deben sustituir a la honestidad, verdad, y sabiduría.
Cuando se es temeroso de DIOS, se es sabio en todo, humilde, amamos a todos aun cuando no todos nos amen, saludamos a todos aun cuando no todos merecen nuestro saludo, sonreímos a todos aun cuando algunos nos ignoran. Actuar con sabiduría, amor, educación, amabilidad es cosa de temerosos de DIOS.
Quien no actúa así, algo malo hay en su vida que no está agradando a DIOS. No siempre es mejor el que llega primero, el que gana el primer lugar, el que habla mejor y el que viste mejor.


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