jueves, 5 de abril de 2018

Un momento... MIRAR HACIA ARRIBA




MIRAR HACIA ARRIBA

Los niños algunas veces cuando quieren expresar el gran amor hacia sus padres dicen que los aman desde la tierra hasta el cielo porque saben que el cielo es lo más alto que puede existir.    
Los adultos en el campo, antes, por ausencia de relojes, solo miraban hacia arriba buscando la ubicación del sol, para determinar la hora aproximada.
     
En fin, mirar hacia arriba es mejor que mirar hacia abajo, porque arriba este DIOS, eso es lo que nos enseñaban nuestros padres, que DIOS está en el cielo. 
La Biblia misma dice que la habitación de DIOS es en el tercer cielo donde Pablo fue llevado en espíritu, es en el paraíso donde llegó Abraham, es el lugar donde fue Cristo después de resucitar, pues dice la Biblia que ascendió al cielo y desde ahí le veremos venir.
Cuando oramos a DIOS, decimos, “Padre nuestro que estás en los cielos” y los cielos están arriba.
Jesús les enseño a los discípulos que buscaran las cosas de arriba, que pusieran la mirada en lo que está arriba y no en lo que está en la tierra.  
Y el salmo 123 comienza, “A ti alcé mis ojos. A ti que habitas en los cielos” y el versículo 2 dice:He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, Y como los ojos de la sierva a la mano de su señora, Así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios, Hasta que tenga misericordia de nosotros”.
¿Cómo es esa mirada?  Acaso no es cuando van en busca de algo, lo hacen con humildad, con mucha fe, y esperanza de que sus señores les contesten positivamente.
Un ejemplo de esto es cuando Nehemías  oro a DIOS para que cuando se presentara delante del rey Artajerjes encontrara gracia ante sus ojos.  Nehemías primero busco el rostro de DIOS, miró hacia arriba, y claramente dice que él es el DIOS de los cielos, y ora con fe, humildad, y en busca de una respuesta positiva.  
Cuando vemos a Nehemías al final del capítulo 1 dice que la petición era esa, que cuando se acerque al rey, encuentre gracia ante sus ojos. En el capítulo 2 confirmamos que cuando se presentó ante su señor, miró hacia arriba, hacia su señor, el rey, y lo hizo con fe, humildad, respeto y tremenda expectación, y claro, encontró gracia porque le concedió todo lo que él le pidió.
En el caso de David, mira hacia arriba, pone su mirada en DIOS porque está seguro que él le puede ayudar, pero su petición es, que tenga misericordia porque esta hastiado, cansado del menosprecio y el escarnio de los que están en holgura y de los soberbios.   
Siempre hay este tipo de persona soberbias en todos los tiempos, muchos de ellos, ni tienen lo suficiente, pero se creen los grandes, y son orgullosos, soberbios, es solo apariencia.
Seguro conocemos a alguna persona que es orgullosa, soberbia, falsa, y aunque no tiene grandes cosas, se cree más.   
David tenía muchos de estos, pero en vez de confrontarlos y atacarlos, prefirió buscar arriba y dejar que DIOS se encargue del caso.  
Lo mejor que podemos hacer cuando hay un soberbio, orgulloso, falso, autosuficiente, y que nos menosprecia con palabras, mirada, comentarios  o pensamientos, es ponerlo en las manos de DIOS y no hacer nada, solo decir: “Señor ten misericordia, y encárgate tú”.
Busquemos a DIOS en primer lugar cualquiera sea la circunstancia en que vivimos, no busquemos en otro lugar, ni en otra estrategia, busquemos a DIOS.


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