miércoles, 10 de julio de 2019

Leyendo... Filipenses Introducción



LECTURA DIARIA:
Filipenses Introducción

El autor de la Epístola a los Filipenses es el apóstol Pablo (1.1). Él es mencionado frecuentemente en la carta. Los destinatarios son los cristianos en Filipos.

 En su primer viaje misionero, Pablo visitó pueblos cercanos a su centro de operaciones en Antioquía de Siria. En su segundo y tercer viajes, se extendió aún mucho más. Debido a las grandes distancias entre las congregaciones que fundó, no podía supervisarlas personalmente. Por eso, tuvo que escribirles cartas para enseñar y animar a los creyentes.
Pablo tenía un equipo de voluntarios que incluía a Timoteo, Marcos y Epafras que entregaban estas cartas en persona y por lo general permanecían con las congregaciones por un tiempo para enseñarlas y animarlas.
La colonia romana de Filipos estaba ubicada al norte de Grecia (llamada Macedonia en los días de Pablo). Felipe II de Macedonia (el padre de Alejandro el Grande) tomó la antigua ciudad de Tracia alrededor de 357 a.C., la engrandeció y fortaleció y le dio su nombre. Este centro comercial próspero se hallaba en el cruce entre Europa y Asia. Por el año 50 d.C., Pablo, Silas, Timoteo y Lucas cruzaron el mar Egeo desde Asia Menor y desembarcaron en Filipos (Hechos 16.11-40).
La iglesia en Filipos estaba formada mayormente de gentiles (no judíos). Como no estaban familiarizados con el Antiguo Testamento, Pablo no se refirió específicamente a dicha parte de las Escrituras en esta carta.
Esta era una carta personal a los filipenses, no pretendía ser una circular como la carta a los efesios. Pablo quería agradecer a los creyentes por haberlo ayudado cuando tuvo necesidad. También deseaba decirles por qué disfrutaba de gozo completo a pesar de su prisión y de su consiguiente juicio. En esta carta, Pablo aconseja a los filipenses acerca de la humildad y la unidad, y les advierte en cuanto a los problemas potenciales.
El tema principal en la Epístola a los Filipenses es el gozo. En solamente cuatro capítulos, esta palabra aparece dieciséis veces.
Pablo explica a sus lectores, en el correr de la carta, por qué él siente gozo a pesar de su cautiverio. Dice que aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio de su fe, igual se gozará (2.17). Por eso, también podemos describir la Epístola a los Filipenses, como la epístola del gozo.
Filipenses 4.4 es el versículo más representativo y, por lo tanto, el versículo clave de la carta:“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!”.
Los temas claves son: Cristo, el vivir para mí (1.21). Cristo, el ejemplo (2.5). Cristo, la meta (3.14). Cristo, la fuerza (4.13) 

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