domingo, 21 de julio de 2019

Leyendo... 1 Tesalonicenses 1



LECTURA DIARIA:
1 Tesalonicenses 1

Los cristianos en Tesalónica se mantenían firmes en la fe y estaban unidos. Pero tenían algunas preguntas relacionadas con su nueva fe. Pablo no había tenido tiempo para contestarlas todas durante su breve visita y, mientras tanto, habían surgido otras.
Por lo tanto, escribió esta carta para responder a sus interrogantes y para alabarlos por su fidelidad a Cristo.
Tesalónica era la capital y la ciudad más grande de la provincia romana de Macedonia.
Los creyentes de Tesalónica se mantuvieron firmes cuando fueron perseguidos. Pablo felicita a estos nuevos cristianos por su obra producida por la fe, su trabajo impulsado por el amor y su paciencia inspirada por la esperanza. Estas características son la marca de cristianos efectivos en cualquiera época.
El evangelio vino "con poder", y tuvo un efecto poderoso en los tesalonicenses. El Espíritu Santo cambia a la gente cuando esta acepta el evangelio. Cuando hablamos a otros de Cristo, debemos depender del Espíritu Santo para que abra sus ojos y los convenza de que necesitan salvación. El Espíritu Santo no sólo convence a la gente de su pecado sino que también le da seguridad de la verdad del evangelio.
Pablo escribió: "Como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros". Los tesalonicenses pudieron ver que lo que Pablo, Silas y Timoteo predicaban era la verdad, porque la vivían.
Aunque los tesalonicenses recibieron el mensaje de salvación con gran gozo, les trajo serios sufrimientos porque desató la persecución, tanto de los judíos como de los gentiles.
Habiendo creído el mensaje del evangelio y aceptado la nueva vida en Cristo, aparentemente muchos tesalonicenses creyeron que serían protegidos de la muerte hasta el retorno de Cristo. Luego cuando los creyentes empezaron a morir bajo la persecución, algunos cristianos tesalonicenses empezaron a cuestionar su fe.
Todos nosotros debiéramos responder a las Buenas Nuevas como lo hicieron los creyentes de Tesalónica: volvernos a Dios, servir a Dios y esperar por el regreso de su Hijo, Cristo. Deberíamos volvernos del pecado a Dios porque Cristo viene a juzgar la tierra. Deberíamos ser fervientes en nuestro servicio porque disponemos de poco tiempo antes de que Cristo vuelva. Debiéramos estar preparados para el regreso de Cristo porque no sabemos cuándo vendrá. Debido a que la iglesia de Tesalónica estaba siendo perseguida, Pablo la anima a mirar hacia adelante, a la liberación que Cristo traerá. Una esperanza del creyente se halla en la venida de Jesús, nuestro Dios y Salvador.
Tal como Cristo resucitó de la muerte y ascendió a los cielos, El volverá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario