lunes, 29 de julio de 2019

Leyendo... 2 Tesalonicenses 3



LECTURA DIARIA:
2 Tesalonicenses 3

Una dura batalla de los poderes espirituales invisibles se está tramando bajo la superficie de la vida cotidiana. Nuestra defensa principal es orar para que Dios nos proteja del maligno y que nos haga fuertes.

Pablo está escribiendo acerca de las personas indolentes. Les dice que cuando él y sus compañeros estuvieron en Tesalónica, trabajaron duro para comprar lo que necesitaban en lugar de ser una carga para algunos de los creyentes. La regla que siguieron fue "si alguno no quiere trabajar, tampoco coma". Hay diferencia entre descanso y ociosidad. El relajarse y recrearse provee un balance necesario para nuestras vidas, pero cuando es tiempo de trabajar, los cristianos deben ser diligentes en hacerlo.
Algunas personas en la iglesia de Tesalónica habían sido enseñadas erróneamente que debido a que la venida de Cristo podría tener lugar cualquier día, debían abandonar sus responsabilidades, dejar de trabajar, no hacer planes para el futuro y sólo esperar que llegara el Señor. Pero su falta de actividad sólo les condujo al pecado. Se convirtieron en carga para la iglesia, la que tuvo que sostenerlos, desperdiciando un tiempo valioso que pudo ser usado para ayudar a otros; y se entrometieron con lo ajeno.
Estos miembros de la iglesia quizás hayan pensado que serían más espirituales si no trabajaban, pero Pablo les dijo que fueran responsables y que volvieran al trabajo.
Ya que sabemos que Cristo viene, debemos vivir de tal manera que nuestra fe y nuestra vida diaria le agraden cuando Él llegue.
Entrometerse en lo ajeno es chismear. La persona ociosa, que no trabaja, termina llenando su tiempo con actividades nocivas, como chismear. Los rumores y habladurías son tentadores y excita el oírlos y nos hacen aparecer como personas bien informadas. Pero destruyen a las personas.
Pablo aconseja a la iglesia a no apoyar económicamente ni reunirse con aquellos que persisten en su ociosidad.
Pablo no estaba aconsejando frialdad o crueldad sino la clase de amor firme que se debería mostrar a un hermano o a una hermana.
La carta de 2 Tesalonicenses es especialmente significativa para aquellos que están siendo perseguidos o que están bajo presión por causa de su fe. En el capítulo 1 se nos dice lo que el sufrimiento puede hacer por nosotros. En el capítulo 2 se nos asegura la victoria final. En el capítulo 3 se nos anima a vivir en forma responsable a pesar de las circunstancias difíciles. El regreso de Cristo es más que una doctrina, es una promesa. Esta epístola no es sólo para el futuro sino que tiene un impacto vital en la forma como vivimos hoy.

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